12 años después, Marcel the Shell llega al cine
Jenny Slate y Dean Fleischer-Camp se encontraban en una encrucijada profesional cuando se manifestó Marcel, una concha marina de menos de 3 centímetros (una pulgada) con voz pequeña y un gran corazón.
Slate había sido despedida recientemente de “Saturday Night Live” después de una temporada y no estaba segura si tendría otra oportunidad para hacer comedia a nivel profesional. Mientras tanto, Fleischer-Camp soñaba con dirigir, pero aún no había conseguido nada y se sentía estancado. Fue en este momento de incertidumbre que se encontraron en una boda, compartiendo un cuarto de hotel con otras cinco personas para ahorrar dinero, que Slate comenzó a hablar con una vocecita graciosa.
A esto se sumó la promesa olvidada de hacer un cortometraje para el programa de comedia de un amigo, 6 dólares en materiales de una tienda de la esquina, algo de stop-motion (animación cuadro por cuadro) y, 48 horas después, nació “Marcel the Shell With Shoes On”. Cuando publicaron el corto en YouTube en 2010, se volvió viral. Poco después Hollywood llamó a su puerta. El largometraje, un retrato de estilo documental sobre Marcel, su abuela Connie (cuya voz hace Isabella Rossellini) y su búsqueda de su familia perdida, se estrenó en cines selectos el viernes y llegará a más salas el 15 de julio.
Pero llegar a la gran pantalla no fue un camino fácil. En los 12 años desde ese momento de inspiración, Slate y Fleischer-Camp se casaron y se divorciaron. Y rápidamente se dieron cuenta de que lo que ellos querían de una película de Marcel y lo que querían los grandes estudios de Hollywood eran cosas muy diferentes.
“Todas esas ideas se centraban en convertir a Marcel en una franquicia de acción y aventura para toda la familia”, dijo Fleischer-Camp. “Recuerdo que un estudio sugirió que lo asociáramos con John Cena para combatir el crimen o algo así”.
Slate no estaba interesada en ceder.
“Tengo un nivel de tolerancia muy bajo para cambiar mi propio material sólo para que pueda ser producido o lanzado”, dijo. “Al final de cuentas, el arte es en realidad todo lo que tenemos. Es muy extraño dejar eso ir en términos exiguos sólo para decir que alguien va a lanzar la película”.
Aún así, el sueño de una película de Marcel perduró e incluso floreció en la claridad que obtuvieron de las ideas descabelladas de los estudios. Eventualmente, encontraron un socio que apoyaría su visión de mantener pequeño a Marcel en A24.
“Era obvio que la forma de hacer esta película era pintar un retrato digno de Marcel en un estilo documental, para contar una historia realmente personal y honesta sobre el dolor”, dijo Fleischer-Camp. “Lo que estaba mal con todas esas otras ideas era que estaban tratando de exagerarlo. Y Marcel no necesita ser exagerado. Él es diminuto en un mundo sobredimensionado y explotado”.
Pero tendrían que ampliarlo de alguna manera para hacer un largometraje y convocaron a Kirsten Lepore, una especialista en stop-motion que conocieron en el circuito de festivales de cine, para ser la directora de animación a cargo de un equipo de unas 50 personas. Trataron de mantener la sensación de bricolaje tanto como fuera posible, pero hubo que hacer algunas concesiones. Primero, Lepore contrató a un equipo de animadores profesionales de stop-motion. Se sorprendió al escuchar cómo Fleischer-Camp había hecho el cortometraje él mismo, editando una toma continua en lugar de unir tomas de fotografía fija.
“Cuando se trata de stop motion, no importa lo que hagas, vas a conservar mucho de ese encanto porque es un objeto real moviéndose”, dijo Lepore.
Y luego estaba la cuestión de la concha en sí. Aunque querían imitar el corto y usar un caparazón de caracol real, dijo que la búsqueda fue sorprendentemente imposible. En su lugar, decidieron usar una impresión 3D, que tuvo que ser modificada para capturar los detalles y translucidez similar a los de la piel de una concha.
También tuvieron que filmar la película completa dos veces después de que se grabó todo el audio, una vez en vivo y otra en stop motion. La propia Lepore estuvo en ambas filmaciones, sosteniendo un modelo de Marcel en las tomas en vivo para que el director de cinematografía pudiera conseguir la iluminación y el foco correctos.
“La gente sabe que el proceso de stop motion es lento, pero creo que no se dan cuenta de lo lento que es”, dijo Lepore. “A un animador que trabaja en un escenario le tomaría un día entero hacer una toma de cinco o quizás 10 segundos”.
Cuando Fleischer-Camp piensa en los primeros días de Marcel, siente que sabía que tenían algo especial incluso entonces.
“La gente siempre me pregunta si sabía que se iba a volver viral. Y suena muy arrogante, pero decía ‘de alguna manera, sí’”, dijo Fleischer-Camp. “La gente realmente se conecta con este pequeño personaje”.
Para Slate, Marcel y su total sinceridad, inocencia y sabiduría eran una expresión de cosas que sentía, pero que no sabía muy bien cómo comunicar en ese momento, al menos como ella misma.
“En retrospectiva, creo que yo estaba bajo un montón de sentimiento como vergüenza, cansancio, desilusión, frustración, indignación y enojo. Realmente no quería separarme de otros sentimientos más bellos y fáciles de sentir o mostrar, sentimientos de dulzura y de autoestima y de ser chistosa”, dijo Slate.
“No siempre me ha resultado fácil mostrar sentimientos que no son divertidos de tener o de ver. Comenzar a hablar con esta vocecita me pareció, incluso si a otras personas les parecía abstracto, una buena manera de unirlo todo y usar a Marcel como un crisol para todos esos sentimientos”.
Ahora sólo desean que la película conecte con el público también.
“Es muy graciosa y es una historia que realmente te emocionará y te conmoverá y te hará sentir vivo”, dijo Slate. “Y la hicimos así a propósito”.
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Lindsey Bahr está en Twitter como www.twitter.com/ldbahr