Testigos: Trump “distanciado de la realidad” en la derrota

Testigos: Trump “distanciado de la realidad” en la derrota
Medios se preparan para la cobertura de las comparecencias ante el comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que investiga los disturbios del 6 de enero en el Capitolio, el lunes 13 de junio de 2022, en Washington. (AP Foto/Andrew Harnik)

WASHINGTON (AP) — Los asesores de campaña más cercanos de Donald Trump, altos funcionarios del gobierno e incluso su familia estaban refutando sus afirmaciones falsas de fraude electoral la noche de los comicios de 2020, pero el presidente derrotado parecía “distanciado de la realidad” y se aferraba a teorías extrañas a fin de mantenerse en el poder, declararon varias personas el lunes ante la comisión que investiga el asalto al Capitolio.

Con testimonios cautivadores, el panel está presentando paso a paso cómo Trump ignoró los datos de su propio equipo de campaña conforme un estado tras otro se decantaba por Joe Biden, y en lugar de ello se aferró a teorías de conspiración, procesos judiciales y sus propias declaraciones de victoria en lugar de tener que reconocer que había perdido.

La “gran mentira” de Trump de que se cometió un fraude electoral fue amplificándose y se transformó en órdenes en las que se convocó a sus simpatizantes a Washington y luego se les envió al Capitolio el 6 de enero de 2021 para bloquear la victoria de Biden.

“Se ha distanciado de la realidad si es que realmente cree estas cosas”, testificó el exsecretario de Justicia William Barr en su entrevista con la comisión.

Barr dijo que los alegatos de que se había cometido un fraude electoral eran “sandeces”, “falsos” y “tontos”, y luego renunció al puesto. “No quería formar parte de ello”, declaró.

La Comisión Selecta de la Cámara de Representantes que investiga los sucesos del 6 de enero pasó la audiencia matutina ahondando en los alegatos de Trump de que se cometió un fraude electoral y en las incontables formas en las que las personas a su alrededor intentaron convencer al presidente de que eran falsas y que simplemente había perdido los comicios.

Los testigos del lunes, en su mayoría republicanos y muchos de ellos dando su testimonio en videos pregrabados, describieron de forma franca y en ocasiones con lujo de detalle cómo Trump se negó a aceptar los consejos de sus allegados, incluyendo de sus familiares. Conforme la gente a su alrededor se dividió en un “equipo de gente normal” encabezado por su exgerente de campaña Bill Stepien y otros liderados por Rudy Giuliani, confidente de Trump, el mandatario eligió a este último.

Stepien dijo que la noche de las elecciones Trump estaba “cada vez más disgustado” y negándose a aceptar el sombrío panorama para su presidencia.

Su yerno Jared Kushner intentó alejar a Trump de Giuliani y sus descabelladas teorías de que se cometió un fraude electoral. El presidente no quiso hacerle caso.

El estira y aloja se intensificó en los días previos al 6 de enero. Richard Donoghue, exfuncionario del Departamento de Justicia, recordó haber desbaratado un alegato tras otro —desde un camión lleno de boletas en Pensilvania hasta un maletín lleno de votos que habría desaparecido— y decirle a Trump que “mucha de la información que usted está recibiendo es falsa”.

De todas formas, el mandatario continuó esgrimiendo sus afirmaciones falsas, incluso después de que docenas de casos judiciales no prosperaron.

El lunes, Trump calificó a las audiencias de “ridículas y traicioneras”, y repitió sus alegatos.

El expresidente, que sopesa postularse otra vez a la Casa Blanca, defendió el asalto al Capitolio, diciendo que, en él, los estadounidenses simplemente buscaban “que sus funcionarios electos rindieran cuentas”.

Nueve personas murieron en la insurrección y sus secuelas, incluyendo una simpatizante de Trump que fue baleada por la policía del Capitolio. Más de 800 personas han sido arrestadas, e integrantes de dos grupos extremistas han sido encausados por cargos de sedición por el papel que desempeñaron al encabezar el ataque contra la sede del Congreso.

Durante la audiencia, el panel también proporcionó información nueva acerca de cómo la maquinaria de recaudación de fondos de Trump recolectó unos 250 millones de dólares con sus campañas para “Detener el robo” y otras tras las elecciones de noviembre, la mayor parte con pequeños donativos de estadounidenses. Unos 30 minutos antes de la insurrección del 6 de enero se lanzó una petición para donar dinero en efectivo.

“No sólo fue la gran mentira, también hubo una gran estafa”, dijo la representante demócrata Zoe Lofgren.

El presidente de la comisión, el representante demócrata Bennie Thompson, abrió la audiencia del lunes diciendo que Trump “traicionó la confianza del pueblo estadounidense” e “intentó quedarse en el puesto cuando la gente votó por que se fuera”.

A medida que las audiencias son presentadas al público, también están siendo vistas por uno de los espectadores más importantes: el secretario de Justicia Merrick Garland, quien debe decidir si su dependencia puede y debería enjuiciar a Trump. Ningún presidente de Estados Unidos en funciones o retirado ha enfrentado una imputación así.

“Estoy observando”, dijo Garland el lunes en una conferencia de prensa en el Departamento de Justicia. “Y puedo asegurarles que los fiscales del 6 de enero están viendo todas las audiencias también”.

Biden está recibiendo actualizaciones pero no está viendo cada instante, dijo Karine Jean-Pierre, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca.

Stepien iba a ser un testigo presencial crucial el lunes, pero repentinamente se abstuvo de presentarse porque su esposa entró en labor de parto. Stepien, que sigue siendo cercano a Trump, había recibido un requerimiento para comparecer. Ahora es un alto asesor de la campaña de Harriet Hageman, quien es respaldada por el exmandatario y aspira a vencer a la representante Liz Cheney en las primarias republicanas de Wyoming. Cheney es la vicepresidenta de la comisión investigadora.

El panel siguió adelante tras una demora matutina. Testigo tras testigo dijeron que Trump se aferró y repitió sus afirmaciones sobre los comicios a pesar de que las personas de su círculo más cercano le dijeron que las teorías de boletas robadas o máquinas de votar alteradas simplemente no eran ciertas.

Stepien y el asesor Jason MIller describieron cómo el ambiente festivo en la Casa Blanca la noche de las elecciones se tornó triste luego de que Fox News anunció que Trump había perdido el estado de Arizona ante Biden, y los asesores trabajaron para aconsejarle al mandatario el siguiente paso a tomar.

Pero ignoró sus recomendaciones, y en lugar de ello eligió escuchar a Giuliani, quien de acuerdo con varios testigos estaba ebrio. Giulaini lanzó un desmentido general el lunes, rechazando “todas las falsedades” que dijo se estaban diciendo acerca de él.

Stepien declaró: “Mi creencia, mi recomendación fue decir que los votos aún estaban siendo contados, es demasiado pronto para declarar un ganador”.

Pero Trump “pensaba que yo estaba equivocado. Me lo dijo”.

Barr —que también había testificado en la audiencia de apertura de la semana pasada— señaló que Trump estaba “furioso como nunca lo había visto” cuando el secretario de Justicia explicó posteriormente que el departamento a su cargo no tomaría partido en las elecciones.

Barr dijo que cuando le decía a Trump “lo descabellados que eran algunos de estos alegatos, nunca, nunca hubo un indicio de interés en cuáles eran los hechos reales”.

En el último año, la comisión ha estado investigando el ataque más violento al Capitolio desde la guerra de 1812, que algunos creen representó una grave amenaza a la democracia.

En la audiencia del lunes también hubo testimonios en persona, entre ellos de Chris Stirewalt, exeditor político de Fox News Channel, quien la noche de las elecciones declaró que Biden estaba ganando Arizona. También acudió el exfiscal federal de Atlanta, BJay Pak, quien renunció abruptamente después de que Trump presionó al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que encontrara votos suficientes para revertir su derrota.

El panel también escuchó los testimonio del abogado electoral Benjamin Ginsberg, quien habló sobre las normas de impugnación a campañas electorales, y Al Schmidt, excomisionado municipal de Filadelfia y el único republicano en la junta electoral de la ciudad, que le dijo a la comisión que, sin importar qué tan “fantásticas” eran algunas de las afirmaciones que Trump y su equipo estaban haciendo, de todas formas los funcionarios municipales las investigaron. Dijo que enfrentó amenazas después de que el mandatario lo criticó en un tuit.

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Los periodistas de The Associated Press Kevin Freking y Michael Balsamo en Washington, y Farnoush Amiri y Jill Colvin en Nueva York, contribuyeron a este despacho.

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