Columna: NASCAR finalmente tiene un ganador mexicano
CHARLOTTE, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — Para seguir el largo camino de Daniel Suárez antes de convertirse en el primer piloto nacido en México en conseguir un triunfo en el máximo nivel de NASCAR, hay algunas cosas que debes de saber:
— Cuando aún era niño decidió en su natal Monterrey enfocarse en una carrera como piloto de carreras, por lo que su padre cerró su reconocido taller automotriz para apoyar a su hijo.
— Su primera mudanza a Estados Unidos para ir en busca de su sueño, no fue una reubicación en el corazón de la NASCAR en Charlotte, Carolina del Norte, sino un acuerdo poco convencional para vivir con el dueño de su equipo en Buffalo, Nueva York.
— No hablaba inglés y tuvo que aprender viendo dibujos animados, programación con diálogo sencillo que le enseñara lo básico.
— Cuando finalmente llegó a Carolina del Norte, se quedó temporalmente en casa de varios amigos hasta que consiguió el apartamento más barato que pudo encontrar en Mooresville, conocido como “Race City USA” debido a su cercanía con los talleres de NASCAR.
Fueron los dos años más difíciles de su vida.
“No tenía dinero para comprarme clases para hablar inglés”, recordó Suárez. "Me acuerdo que un día desperté y me dio miedo de que la barrera del idioma me fuera a impedir alcanzar mi meta, que era ganar, ganar un campeonato en la Copa NASCAR. No quería que me pasara eso. Así que empecé a trabajar extremadamente duro para aprender inglés.
“Ha sido toda una travesía. Es por eso que sentí que mi historia es muy similar a la de muchos, muchos mexicanos, latinos, que vienen a este país con un objetivo, tratando de encontrar su sueño. Yo lo pude alcanzar, y todos lo pueden lograr”.
Suárez es apenas el quinto ganador de una carrera de la Copa NASCAR nacido fuera de Estados Unidos en la historia. Ganó en el circuito callejero de Sonoma, en su inicio 195, para unirse a Marcos Ambrose (Australia), Juan Pablo Montoya (Colombia), Earl Ross (Canadá) y nada menos que Mario Andretti (Italia) como los únicos ganadores internacionales.
Pero Suárez ya había ganado mucho antes que el domingo, primero en la Peak Mexico Series y luego en K&N, luego en la Truck Series para Kyle Busch. Toyota lo adoraba y lo quiso mantener en su programa, y avanzó hasta obtener un asiento en la Xfinity Series con Joe Gibbs que debió cambiar su vida.
Suárez ganó tres carreras y el título de Xfinity de 2016, y tal vez en un año más estaría listo para la Copa. En su lugar, Carl Edwards se retiró sorpresivamente y dejó una vacante inesperada en la Copa. JGR no vaciló en ascender al mexicano.
No estaba listo para sentarse detrás del volante del Toyota No. 19, y JGR le dio dos temporadas antes de dejarlo en libertad para promover a Erik Jones, quien ya tampoco se encuentra con el equipo.
Gaunt Brothers Racing firmó a Suárez para la temporada de 2020, pero era un equipo incipiente que no logró clasificar a la primera carrera, las Daytona 500. Las otras 35 carreras fueron espantosas y Gaunt Brothers apenas ha participado en ocho fechas desde que Justin Marks rescató a Suárez al final de esa temporada.
Marks estaba lanzando Trackhouse Racing y quería que Suárez fuera el eje del equipo, su cuarta escudería en cuatro años. Marks es un expiloto, pero también un empresario; creía que Suárez podía ganar con el ambiente adecuado y reconoció lo que el mexicano podía hacer por su equipo.
Marks sumó a Pitbull como socio. El duo tenía el objetivo claro de atraer al mercado hispano y dejar una huella en las comunidades minoritarias de Estados Unidos.
Su movimiento más importante fue el verano pasado, cuando Marks compró toda la organización de NASCAR de Chip Ganassi, lo que le dio personal, autopartes y el taller que necesitaba para tener un equipo ganador. También le dio lugar para un segundo auto, que se quedó en manos de Ross Chastain, quien no solo ganó la primera carrera para Trackhouse en marzo pasado, sino que ya acumula dos triunfos.
Se suponía que sería Suárez el que debía ganar la primera carrera del equipo, no Chastain.
Inmediatamente después de que Suárez tomó la bandera a cuadros el domingo, Marks resaltó que Suárez y el jefe de la escudería Travis Mack habían creado Trackhouse, y que los triunfos de Chastain “les habían resultado difíciles. Pero nunca se rindieron, sabían que irían al círculo de ganadores”.
Toda la carrera de Suárez ha sido una lucha constante y su ascenso a lo largo de una década ha sido notable.
Su viaje está lejos de terminar, y el deporte motor ha celebrado su victoria. Los pilotos mexicanos Sergio Pérez, de Fórmula Uno, y Pato O'Ward, de IndyCar, lo felicitaron en redes sociales, mientras que el campeón mundial de la F1, Max Verstappen, le dejó sus saludos en una publicación en Instagram de la novia de Suárez, Julia Piquet. Suárez y Verstappen se encuentran ambos en relaciones prolongadas con las hijas del tricampeón mundial de Fórmula Uno, Nelson Piquet.
“Es la primera de muchas”, dijo Suárez luego de su victoria en Sonoma.