Biden y Bolsonaro se reúnen en medio de tensión electoral

LOS ÁNGELES (AP) — El presidente Joe Biden evitó desafiar a su homólogo brasileño Jair Bolsonaro respecto a las próximas elecciones en el país sudamericano y el manejo de la Amazonia durante la parte pública de su reunión el jueves en la Cumbre de las Américas, y Bolsonaro se mostró defensivo al abordar esos temas.

Los dos líderes nunca se habían reunido antes. Tomaron asiento en una sala del Centro de Convenciones de Los Ángeles, donde Biden ha organizado esta cumbre de líderes del hemisferio occidental.

Biden hizo sus comentarios de bienvenida a Bolsonaro con elogios por la “democracia vibrante e inclusiva y las sólidas instituciones electorales” de Brasil.

Bolsonaro ha estado repitiendo afirmaciones sin fundamento sobre los sistemas de votación de su país en lo que algunos analistas brasileños consideran es un intento de socavar el proceso si pierde los comicios de octubre, en los que aspira a reelegirse y enfrenta un fuerte desafío por parte de su predecesor Luiz Inácio Lula da Silva.

En un tono que sonaba defensivo, Bolsonaro sacó el tema de los comicios presidenciales brasileños.

“Deseamos tener elecciones honestas, limpias, transparentes, auditables y confiables” para que no haya “sombra de duda alguna después de las elecciones”, declaró a través de un traductor.

Biden —a quien el expresidente Donald Trump acusa sin fundamento de que obtuvo la presidencia en unas elecciones fraudulentas— ha hecho de la promoción de las instituciones democráticas en Estados Unidos y el extranjero una característica central de su presidencia.

Bolsonaro apoyaba a Trump y fue uno de los jefes de Estado que más tardó en reconocer la victoria electoral de Biden, ya que aguardó más de un mes después de las elecciones de noviembre del 2020 para enviar su felicitación.

Los líderes se reunieron más o menos una hora antes de que un comité del Congreso de Estados Unidos iniciara la primera de una serie de audiencias públicas televisadas sobre el violento ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 por parte de partidarios del entonces presidente Trump, los cuales buscaban impedir la certificación de la derrota de Trump ante Biden en las elecciones de 2020.

Antes de la reunión, Bolsonaro dijo a periodistas que originalmente la reunión no se iba a concretar.

“No se esperaba que yo viniera aquí. Enviaron un enviado especial y establecimos la agenda”, dijo a los periodistas afuera de su hotel en Los Ángeles, en referencia a Estados Unidos.

“(La reunión) está ya establecida, así que nos presentaremos. Es como un matrimonio: Tú aceptas mis defectos, yo acepto los tuyos y seamos felices,” dijo.

Bolsonaro había dicho que asistiría a la Cumbre de las Américas sólo si Biden accedía a sostener una reunión privada con él, y también si se abstenía de mencionar los temas más polémicos entre ellos, dijeron tres ministros del gabinete brasileño a The Associated Press esta semana.

El mandatario sudamericano dijo que no quería ser criticado por la deforestación del Amazonas ni recibir advertencias por cuestionar la fiabilidad del sistema electoral brasileño mientras se prepara para la campaña de reelección, dijeron los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a declarar públicamente.

Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, dijo a los periodistas estadounidenses que acompañaron a Biden a Los Ángeles para la cumbre que ningún tema está fuera de límites para el presidente.

Sullivan dijo que anticipó que Biden hablaría sobre “elecciones democráticas abiertas, libres, justas y transparentes” y que el cambio climático, incluida la protección de la Amazonía, sería un tema de conversación.

En la reunión, Biden ofreció palabras amables por el manejo de la selva amazónica que ha hecho Bolsonaro y elogió a Brasil por hacer “sacrificios reales” para proteger el vasto recurso natural.

“Creo que el resto del mundo debería poder ayudarlo a preservar todo lo que pueda”, declaró el presidente estadounidense.

En su campaña presidencial de hace dos años, Biden criticó a Brasil por la creciente deforestación del Amazonas. Después de asumir la presidencia, el gobierno de Bolsonaro trabajó para demostrar su compromiso con frenar la destrucción. Las labores incluyeron reafirmar sus objetivos en la reunión sobre cambio climático de las Naciones Unidas en Glasgow y reuniones bilaterales frecuentes con funcionarios estadounidenses.

Pero esos diálogos se han estancado y los informes señalan que la deforestación persiste. El reporte anual más reciente muestra que la tala de árboles actual fue la peor de los últimos 15 años.

Al hablar sobre la Amazonía, Bolsonaro volvió a sonar defensivo y le dijo a Biden que “a veces sentimos que nuestra soberanía esta amenazada en esa región del país. Sin embargo, el hecho es que Brasil preserva muy bien su territorio”.

Los mandatarios de las dos democracias más grandes del hemisferio se reunieron más tarde a puerta cerrada. No se dieron la mano frente a los periodistas que presenciaron sus comentarios públicos.

A diferencia de una reunión anterior que Biden tuvo el jueves con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, las delegaciones de Estados Unidos y Brasil se cubrieron la cara con tapabocas debido a la pandemia de COVID-19.

Un miembro de la delegación de Bolsonaro se contagió y no pudo acudir a la reunión, dijo un funcionario de la Casa Blanca. Dado que otros miembros de la delegación fueron considerados “contactos cercanos”, agregó, se les pidió a los brasileños que usaran mascarillas y los funcionarios estadounidenses hicieron lo mismo.

El propio Bolsonaro se burló de los confinamientos para evitar contagios durante la pandemia e insistió con orgullo en que no se vacunaría contra el virus. Continúa diciendo que no ha recibido la vacuna.

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Superville reportó desde Washington.