Finlandia se acerca a la OTAN en medio de amenazas rusas
KIEV, Ucrania (AP) — El gobierno de Finlandia se declaró el jueves a favor de solicitar el ingreso del país a la OTAN, y Suecia podría hacer lo mismo en los próximos días, en una histórica realineación en Europa dos meses y medio después de que la invasión a Ucrania ordenada por el presidente ruso Vladimir Putin hizo estremecer de miedo a los vecinos de Moscú.
El Kremlin reaccionó advirtiendo que se verá obligado a tomar medidas “técnico-militares” en represalia.
En tanto, las fuerzas rusas atacaron zonas del centro, norte y este de Ucrania, incluyendo el último reducto de resistencia ucraniana en Mariúpol, parte de su ofensiva para tomar la región industrial del Donbás, al tiempo que Ucrania recapturó algunas poblaciones del noreste.
El primer juicio por crímenes de guerra de un soldado ruso desde que comenzó el conflicto dará inicio el viernes en Kiev. Con 21 años de edad y miembro de una unidad de tanques, el soldado capturado está acusado de matar a disparos a un civil que andaba en bicicleta en la primera semana de la guerra.
Por su parte, el presidente finlandés Sauli Niinisto y la primera ministra Sanna Marin anunciaron el jueves que el país nórdico debería solicitar de inmediato sumarse a la OTAN, el pacto de defensa militar que fue creado en parte para hacer frente a la Unión Soviética.
“Ustedes (Rusia) causaron esto. Mírense en el espejo", afirmó Niinisto hace unos días.
Aunque el Parlamento aún debe dar su opinión, el anuncio significa que es casi un hecho que Finlandia presentará su solicitud —que le será aceptada—, aunque el proceso podría tomar varios meses. Asimismo, Suecia estudia la posibilidad de solicitar el ingreso a la alianza militar.
Eso representaría un cambio importante en el panorama europeo en materia de seguridad: Suecia ha evitado las alianzas militares desde hace más de 200 años, mientras que Finlandia optó por la neutralidad después de ser derrotada por los soviéticos en la Segunda Guerra Mundial.
La invasión provocó un vuelco masivo de la opinión pública a favor del ingreso a la OTAN ante el temor de que los países fronterizos con Rusia puedan ser las próximas víctimas.
Semejante expansión de la alianza dejaría a Rusia rodeada por la OTAN en el Báltico y el Ártico, lo que significaría un doloroso revés para Putin, quien había apostado a la división y el retroceso de la alianza en Europa, y en cambio ha visto que está sucediendo lo contrario.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dicho que la alianza recibiría a Suecia y Finlandia con los brazos abiertos.
El Ministerio del Exterior ruso advirtió que Moscú “se verá forzado a tomar medidas de represalia de carácter técnico-militar y de otro tipo para contrarrestar las amenazas emergentes a su seguridad nacional”.
El envío de armas y demás asistencia militar de la OTAN a Ucrania ha sido crucial en el inesperado éxito de Kiev a la hora de contener la invasión rusa, y el Kremlin advirtió nuevamente en términos escalofriantes que la ayuda podría provocar un conflicto directo entre la OTAN y Rusia.
“Siempre existe un riesgo de que semejante conflicto se convierta en una guerra nuclear a gran escala, una posibilidad que será catastrófica para todos”, dijo el subjefe del Consejo de Seguridad ruso, Dmitry Medvedev.
Aunque el avance de Moscú en el Donbás ha sido lento, sus fuerzas han ganado algo de terreno y capturado algunos poblados.
Cuatro civiles perdieron la vida el jueves en tres comunidades de la región de Donetsk, la cual pertenece al Donbás, reportó el gobernador regional.
El Ministerio de Defensa británico indicó que, al concentrarse en el Donbás, Rusia ha dejado al resto de sus tropas en Járkiv a merced de un contraataque de las fuerzas ucranianas, que recuperaron varias poblaciones de las afueras de la ciudad.
Los cohetes rusos dejaron un muerto y tres heridos el jueves en un suburbio de Járkiv, dijo el gobernador regional.
Los combates en el este del país han obligado a miles de ucranianos a dejar sus casas.
“La situación allí es terrible en estos momentos. Escapábamos bajo los misiles”, contó Tatiana Kravstova, quien huyó del poblado de Siversk con su hijo de 8 años, Artiom, en un autobús hacia la ciudad de Dnipro, en el centro de Ucrania. “No sé a dónde apuntaban, pero apuntaban a los civiles”.
Ucrania también señaló que las fuerzas rusas efectuaron ataques de artillería y lanzagranadas contra soldados ucranianos en dirección de Zaporiyia, en la cual se han refugiado civiles que huyen de Mariúpol. Además, lanzaron ofensivas en las regiones de Cherníhiv y Sumy, en el norte.
Ataques nocturnos cerca de Cherníhiv cobraron la vida de al menos tres personas, informaron las fuerzas armadas ucranianas. Indicaron que las fuerzas rusas lanzaron cohetes contra una escuela y un dormitorio de estudiantes en Novgorod-Siversky, y que otros edificios, incluyendo habitacionales, también resultaron dañados.
Además, entre ocho y 12 misiles rusos hicieron blanco el jueves en una refinería y otra infraestructura de la ciudad industrial de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, escribió el gobernador interino de la región, Dmytro Lunin, en un mensaje en Telegram. Añadió que en los primeros días de abril la refinería, la cual había sido la última que aún funcionaba sin problemas en Ucrania en ese momento, quedó fuera de servicio debido a un ataque.
En el puerto de Mariúpol en el sur del país, el cual ha quedado reducido en buena medida a escombros humeantes y donde hay una severa escasez de alimentos, agua y medicamentos —un “ghetto medieval”, según lo describió el alcalde_, los combatientes ucranianos continúan atrincherados en la planta acerera de Azovstal, el último foco de la resistencia en la ciudad.
La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo que hay negociaciones en marcha con Rusia para evacuar de la planta a 38 soldados ucranianos heridos de gravedad. Indicó que Ucrania espera intercambiarlos por 38 “importantes” prisioneros de guerra rusos.
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Los periodistas de The Associated Press Yesica Fisch en Bajmut, Ucrania; David Keyton, en Kiev; Yuras Karmanau, en Leópolis, Ucrania; Mstyslav Chernov en Járkiv, Ucrania; Jari Tanner en Helsinki, y personal de la AP en todo el mundo contribuyeron a este despacho.