Mujeres indígenas suman cada vez más autoridad en Panamá
PANAMÁ (AP) — Aulina Ismare Opua asumió el lunes como nueva cacica de un poblado indígena al este de Panamá, en un hecho que posiciona cada vez más a la mujer en los máximos cargos de mando en las empobrecidas zonas aborígenes del país centroamericano.
La dirigenta, quien estudió en Chile Ciencias de la Educación y promueve a nivel internacional iniciativas en favor de la juventud y la mujer, tomó las riendas como la principal autoridad del pueblo Wounaan, donde tradicionalmente esa función recayó en los hombres.
“No he llegado a liderar el territorio y ya soy cuestionada por ser mujer”, dijo al asumir la nueva cacica, de 36 años de edad. “Quiero demostrar las capacidades, las energías de seguir luchando”.
Su toma de posesión, que se suma al reciente triunfo de Elena Cruz Guerra en la comarca Ngäbe-Buglé, en el occidente panameño, y la elección por primera vez de una diputada de la etnia Guna para la Asamblea Legislativa del país en los comicios generales de 2019, muestran que las mujeres indígenas suman cada vez más liderazgo en sus comunidades.
“La alternancia del poder entre hombres y mujeres en los territorios indígenas es cada vez más”, estimó el viceministro de Asuntos Indígenas de Panamá, Ausencio Palacio, en comentarios por teléfono a The Associated Press. “Las mujeres han estado reclamando su espacio y se atreven a competir dentro de una elección tradicional (con reglas de sus poblados) y política” a cargos a nivel nacional, agregó.
“Hay un desgaste también en la dirigencia de los hombres”, consideró.
Sobrina de un legendario cacique en su poblado, Ismare Opua se impuso por estrecho margen al cacique saliente Diogracio Puchicama y su triunfo fue considerado histórico en esa aldea.
“Soy madre, siento la responsabilidad triple, porque siento la necesidad de la familia, de la comunidad, de la mujer, de los ancianos”, destacó Ismare Opua.
El pueblo Wounaan lo integran apenas 8.600 de los más de 450.000 habitantes indígenas repartidos en siete territorios y cinco comarcas en un país con una población en general de más de cuatro millones. Las comunidades nativas son las que sufren las mayores bolsas de pobreza y falta de acceso a servicios básicos en Panamá, según las autoridades.
Cruz Guerra, por su parte, releva en la comarca Ngäbe-Buglé a la cacica Silvia Carrera, quien dirige ese territorio desde que se convirtió en la primera máxima autoridad femenina allí en 2011.