Ucrania denuncia intentos rusos de tomar acería en Mariúpol
KIEV, Ucrania (AP) — Las fuerzas rusas en Ucrania intentaron el sábado tomar por asalto una planta siderúrgica donde se encuentran soldados y civiles en la ciudad sureña de Mariúpol a fin de acabar con el último reducto de resistencia, en un lugar de profundo valor simbólico y estratégico para Moscú, indicaron autoridades ucranianas.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy anunció que se reunirá el domingo en la capital de su nación con dos altos funcionarios estadounidenses: el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin. La Casa Blanca declinó hacer comentarios.
En una conferencia de prensa, Zelenskyy dio pocos detalles sobre la logística del encuentro, pero señaló que esperaba resultados concretos, “no simplemente regalos ni algún tipo de pasteles, esperamos cosas específicas y armas específicas”.
El viaje será el primero de funcionarios estadounidenses de alto nivel a Kiev desde el inicio de la guerra el 24 de febrero. Durante su visita a Polonia en marzo, Blinken pisó brevemente suelo ucraniano para dialogar con el ministro del Exterior del país. Zelenskyy se reunió con Kamala Harris el 19 de enero en lo que fue su anterior reunión directa con un representante de alto nivel del gobierno de Estados Unidos.
En una ofensiva lanzada la víspera de la Pascua ortodoxa, las fuerzas rusas atacaron ciudades y poblados en el sur y el este de Ucrania.
Un bebé de 3 meses se encontraba entre ocho personas que murieron en un ataque con misiles crucero disparados por Rusia en la ciudad porteña de Odesa, que da al mar Negro, afirmaron autoridades. Zelenskyy dijo que otras 18 personas resultaron heridas.
“La guerra comenzó cuando este bebé tenía un mes de vida. ¿Pueden imaginar lo que está sucediendo?”, lamentó Zelenskyy. “Son unos bastardos… no tengo otras palabras para ello, sólo bastardos”.
Las fuerzas militares de Ucrania informaron el sábado que destruyeron un puesto de mando ruso en Jersón, una ciudad del sur del país que fue tomada por fuerzas rusas al inicio de la guerra.
El puesto de mando fue atacado el viernes, cobrando la vida de dos generales e hiriendo de gravedad a otro, indicó la agencia de inteligencia militar ucraniana en un comunicado. Las fuerzas militares de Rusia se negaron a comentar al respecto ni confirmaron que haya ocurrido.
Oleksiy Arestovych, un asesor de Zelenskyy, dijo en una entrevista por internet que 50 altos oficiales rusos se encontraban en el centro de mando cuando el lugar fue atacado.
La suerte de los ucranianos en la enorme acería sitiada en la costa de Mariúpol, que según Rusia sus fuerzas han capturado el resto de la ciudad, no estaba clara de momento.
Horas antes, el sábado, una unidad militar ucraniana difundió un video supuestamente tomado dos días antes en que se ve a mujeres y niños escondidos bajo tierra, algunos desde hace dos meses, diciendo que desean ver el sol.
“Queremos ver los cielos en paz, queremos respirar aire fresco”, relató una mujer en el video. “Simplemente, no tienes idea de lo que significa para nosotros simplemente comer, beber un poco de té endulzado. Para nosotros, ya es felicidad”. El video no se pudo verificar de forma independiente.
Rusia aseguró haber tomado el control de diversas aldeas en otras partes en la región oriental del Donbás y destruido 11 objetivos militares ucranianos durante la noche, incluidos tres almacenes de artillería. Los ataques rusos también afectaron zonas pobladas.
Periodistas de The Associated Press presenciaron el fuego de artillería que caía en zonas residenciales de Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania. El gobernador regional Oleh Sinehubov dijo que tres personas perdieron la vida. En la zona de Lugansk en el Donbás, el gobernador Serhiy Hadai señaló que seis personas murieron durante el ataque con artillería contra una aldea, Gorskoi.
En Sloviansk, una localidad en el norte del Donbás, al AP atestiguó la llegada de dos soldados a un hospital, uno de ellos herido de muerte.
Sentada en una silla de ruedas afuera de su apartamento dañado, Anna Direnskaya, de 70 años, dijo: “Quiero paz”.
Direnskaya, una de tantas personas rusohablantes locales en el este de Ucrania, dijo que desea que los rusos entiendan que los ucranianos no son gente mala y que no debería haber enemistad entre ellos.
Más de 100.000 personas, una cantidad inferior a las 430.000 de antes de la guerra, continúan en Mariúpol con escasas provisiones de agua y alimentos, y poca calefacción. Las autoridades ucranianas calculan que más de 20.000 civiles han perdido la vida en la ciudad.
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Fisch reportó desde Sloviansk, Ucrania. Los periodistas de The Associated Press Mstyslav Chernov y Felipe Dana en Járkiv, Ucrania; Yuras Karmanau, en Leópolis, Inna Varenytsia en Kiev, así como del resto del mundo contribuyeron a este despacho.