Juramenta consejo presidencial de Yemen
SANÁ, Yemen (AP) — El consejo presidencial reconocido internacionalmente de Yemen prestó juramento el martes en la ciudad portuaria de Adén, informó la prensa estatal.
La ceremonia tuvo lugar en el Parlamento con asistencia de embajadores y los enviados de Estados Unidos y la ONU a Yemen, informó la agencia noticiosa SABA.
Adén es la sede interina del gobierno reconocido internacionalmente desde que los rebeldes hutíes tomaron Saná, la capital, en 2014, dando inicio a la guerra civil.
El consejo presidencial fue designado semanas atrás después que el entonces presidente Abed Rabbo Mansour Hadi dio un paso al costado y le trasfirió sus poderes y los de su vicepresidente. El consejo gobernará el país y mantendrá conversaciones de paz con los hutíes.
La medida enfureció a los hutíes, respaldados por Irán, ya que el objetivo era unificar el campo antihutí después de años de disputas intestinas. Los hutíes y el gobierno pusieron en marcha a principios de mes una tregua de 60 días mediada por la ONU.
El presidente del consejo es Rashad al-Alimi, asesor de Hadi y ministro del Interior del difunto caudillo Ali Abdullah Saleh. Tiene estrechas relaciones con Arabia Saudí.
El consejo tiene otros siete miembros, entre ellos Aydarous al-Zubaidi, jefe del Consejo Transicional del Sur, un grupo secesionista de milicias fuertemente armadas respaldado por los Emiratos Árabes Unidos desde 2015.
Otros miembros son el jeque Sultan al-Aradá, poderoso gobernador de la provincia petrolera de Marib, y Tariq Saleh, miliciano y sobrino del presidente difunto que tiene lazos estrechos con los EAU.
Otro miembro es Abdel-Rahman Abu Zarah, comandante de las Brigadas Gigantes respaldadas por los EAU, que cumplieron un papel central recientemente al rechazar la ofensiva hutí sobre la ciudad central de Marib.
Las fuerzas del gobierno reconocido internacionalmente tienen el respaldo de una coalición dirigida por Arabia Saudí en que 2015 lanzó una campaña aérea para tratar de restaurar el gobierno.
La guerra ha matado a más de 150.000 personas y llevó a Yemen al borde de la hambruna.