Quito recuerda antigua tradición religiosa
QUITO (AP) — Una antigua tradición religiosa se niega a desaparecer en la capital ecuatoriana, donde el miércoles se cumplió la ceremonia denominada Arrastre de Caudas dentro de la liturgia de la Semana Santa, un acto de origen romano y que tuvo esplendor en la ciudad española de Sevilla.
Este rito de la semana mayor de los católicos y que únicamente se cumple los miércoles de Semana Santa en la Catedral Primada de Quito, se reanuda tras dos años de suspensión debido a la pandemia de coronavirus. Como ha sido costumbre, los feligreses llenaron el templo.
Este acto litúrgico se celebraba en la Catedral de Sevilla y pasó tras la conquista a catedrales de América, como las de Lima y Quito. "Somos la única y la última catedral donde se realiza esta ceremonia. En el resto del mundo lamentablemente se ha perdido”, dijo a The Associated Press, el sacerdote Livinston Olivares, vocero de la Arquidiócesis de la capital.
Señaló que este ritual es una reseña de la Santa Cruz para evidenciar el camino de los creyentes "hacia la patria celestial” y añadió que los sacerdotes ecuatorianos están empeñados en mantener esta liturgia y no solo eso, sino darle “mayor énfasis dentro de la religiosidad popular”.
La ceremonia inició con el recorrido, al interior de la iglesia, de los ocho integrantes del Cabildo Canónico, quienes llevaban capuchas de las que nacían pesadas capas negras, de cerca de cinco metros de largo, para simbolizar los pecados de la humanidad. En medio de ellos estuvo el arzobispo de Quito, Alfredo Espinosa, flameando una bandera negra con una cruz púrpura en el centro, seguido por un cortejo de obispos vistiendo capas rojas, como representación de la sangre de Cristo, que limpia los pecados.
Tras la ceremonia, que además fue transmitida en vivo, los fieles se unieron en oración para terminar con la bendición del Lignum Crucis, reliquia de la cruz donde murió Jesús, que se guarda celosamente en la catedral, y que únicamente se exhibe el miércoles santo.
Maria Cristina Rivadeneira, gerente de Quito Turismo, manifestó a la AP que “el Arrastre de Caudas se lo realizaba a puerta cerrada hasta hace algunos años, pero hace algunos años se pudo abrir a la participación de la ciudadanía, ahora contamos con la presencia de nuestra gente". Estuvieron unas 700 personas al interior de la Catedral. Agregó que la Semana Santa “también es un evento importante para Quito, desde la perspectiva del turismo religioso, cultural y gastronómico con variadas actividades que se han convertido en un imán para los visitantes".
Al inicio de la Semana Santa, el pasado domingo, también por primera vez en dos años se realizaron principalmente en Quito y Guayaquil, ceremonias religiosas sin restricción de aforos en las iglesias, entre otras razones porque más del 82% de la población ecuatoriana ha recibido dos dosis de inmunización para el coronavirus. Hasta hace unas semanas los actos masivos estaban prohibidos por las autoridades.
Se espera para el viernes multitudinarias procesiones en todo el país, especialmente en Quito, con la imagen de Jesús del Gran Poder presidiendo, y en Guayaquil, con el Cristo del Consuelo.