BM: economía latinoamericana encaminada, necesita reformas
MIAMI (AP) — Gran parte de América Latina y el Caribe está encaminada a una recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, pero las secuelas a largo plazo persisten y los países deberán implementar reformas de fondo si no quieren volver a retroceder, dijo el jueves el Banco Mundial.
“Se han recuperado los niveles de ingresos pre-pandémicos, pero el crecimiento es débil y los daños del COVID se mantienen altos”, manifestó William Maloney, economista en jefe del BM para América Latina y el Caribe. “Nuestras expectativas de crecimiento permanecen súper bajas”, dijo en una rueda de prensa virtual.
Tras una fuerte alza de 6,9% en el Producto Interno Bruto en 2021, se espera que este año la región crezca 2,3% y 2,2% en 2023, revirtiendo así las pérdidas de la pandemia, las más profundas en más de 100 años, de acuerdo con las previsiones del organismo multilateral con sede en Washington.
Las proyecciones, que equivalen a niveles de crecimiento de la década de 2010 y son unas de las más reducidas a nivel mundial, tienen lugar en momentos en que la economía de Latinoamérica enfrenta incertidumbres que van desde la aparición de nuevas variantes del coronavirus hasta la presión inflacionaria y la guerra entre Rusia y Ucrania.
Por el conflicto bélico el BM bajó la previsión de crecimiento un 0,4%. Si bien la guerra podría ayudar a las exportaciones de materias primas y así estimular el crecimiento, también impactará negativamente a los importadores de alimentos y de energía, principalmente en el Caribe, dijo Maloney.
Las previsiones económicas fueron reveladas en la presentación virtual de un nuevo informe semestral del banco titulado “Consolidar la recuperación: aprovechando las oportunidades del crecimiento verde”, que dedica todo un capítulo a los desafíos y oportunidades de la economía verde.
El reporte destaca que la recuperación ha sido posible porque gran parte de los países de la región han podido acceder a vacunas contra el COVID-19, lo que ha permitido a las empresas volver a contratar empleados al tiempo que se reabrieron las escuelas.
“De todas formas, las secuelas a largo plazo de la crisis persisten y necesitan atención”, señaló el informe y aclaró que “para evitar el regreso a las bajas tasas de crecimiento de la década de 2010” los países deben implementar “una serie de reformas estructurales largamente postergadas y aprovechar las oportunidades que ofrece una economía mundial cada vez más verde”.
Entre las secuelas a largo plazo el BM mencionó la pobreza regional, que subió a un 27,5% en 2021 y sigue por encima del nivel anterior a la pandemia, y la pérdida de aprendizaje durante la pandemia que podría resultar en una reducción del 10% de los ingresos futuros de los jóvenes en edad escolar.
De acuerdo con el “Anuario estadístico de América Latina y el Caribe 2021” que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó también el jueves, la pobreza alcanzó al 33% de la población en 2020, en plena pandemia, incluyendo un 13,1% en extrema pobreza. Se trata del mayor incremento anual de los últimos 20 años.
El impacto de la pandemia sobre el empleo se vio en la disminución de la tasa de participación de la población en la actividad económica, de apenas 57,8% en 2020 frente a un 62,5% en 2019, y en un aumento de la desocupación del 8,1% en 2019 al 10,5% en 2020, según la CEPAL.
"Nos encontramos en un entorno mundial de gran incertidumbre que podría impactar la recuperación post-pandemia”, expresó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe. “A largo plazo los desafíos del cambio climático serán aún más apremiantes, lo que nos obliga a avanzar de forma urgente hacia una agenda de crecimiento más verde, más inclusiva y que eleve la productividad”, dijo.
Las reformas necesarias a las que se refiere el banco incluyen aquellas que fomenten un crecimiento de infraestructura, educación e innovación. Las inversiones más importantes, indicó el reporte, deben financiarse a través de gastos más eficientes y mayores ingresos fiscales. Pero también deben responder al contexto internacional, incluyendo el cambio climático.
Latinoamérica y el Caribe perdieron en las últimas dos décadas el equivalente a 1,7% de su PIB anual debido a desastres relacionados con el clima y unas 5,8 millones de personas podrían entrar en la pobreza extrema hacia 2030.
Para 2022, el BM proyecta que los países latinoamericanos con más crecimiento del PIB serán Panamá, con 6,5%, y República Dominicana, con 5%. Por detrás les siguen Colombia, con 4,4%; Ecuador, con 4,3%, y Argentina, con 3,6%. México tendrá un alza del PIB de 2,1%, y Brasil de apenas 0,7%. En el Caribe, la economía de Guyana avanzará un 47,9% este año y la de Barbados un 11,2%.