Soprano Ailyn Pérez lista para nuevos papeles, y boda
NUEVA YORK (AP) — Para la soprano Ailyn Pérez, ser rechazada por el hombre que ama es parte del trabajo en estos días. ¿Pero aceptar una propuesta de matrimonio frente a una audiencia en vivo? Eso fue algo único en la vida.
Actualmente protagoniza “Eugene Onegin” de Tchaikovsky en la Ópera Metropolitana como Tatiana, la tímida chica de campo que se enamora a primera vista del altivo personaje principal, quien la rechaza rápidamente.
Entre actuaciones, vive una aventura romántica mucho más feliz, planeando su boda con el bajo Soloman Howard. Ahora que los teatros de ópera del mundo vuelven a funcionar, es raro que dos cantantes solicitados estén en el mismo lugar, pero Pérez dijo que esperan casarse antes de septiembre.
La propuesta de Howard en septiembre del año pasado durante la llamada a escena después de “Tosca” de Puccini en San Francisco fue capturada en video y encabezó titulares. La pareja ha estado junta desde antes de la pandemia y esa era la primera presentación en vivo para ambos en Estados Unidos.
Pérez insiste en que su novio la tomó por sorpresa.
“Ahora, mirando hacia atrás, él había hecho arreglos para que mis padres estuvieran allí, y su hermana y su prima para el último espectáculo”, dijo. “Pero no até cabos".
“Tan pronto me levanté de mi reverencia, vi a Soloman salirse de la fila... y lo siguiente que supe es que tenía el brazo levantado para silenciar al público. Yo estaba sin aliento, pero escuchando. Era la primera vez que no lo interrumpía".
Los aplausos de la audiencia después de que él se arrodilló ahogaron su respuesta, pero “¡simplemente grité SÍ tan fuerte como pude!”, dijo Pérez.
Esas presentaciones de Tosca marcaron una nueva fase no sólo en la vida personal de Pérez sino también en su carrera. La cantante se está saliendo de su zona de confort, explorando papeles que requieren más peso vocal que aquellos con los que ha sido identificada, como Mimi en “La Boheme” de Puccini, Violetta en “La Traviata” de Verdi o el personaje principal en “Manon” de Massenet.
“Creo que siempre supe que el gran repertorio lírico sería mi centro”, dijo. “Pero realmente quería extenderme a otro repertorio”.
A los 42 años, dijo que “ahora es el momento de hacerlo. De lo contrario, será un poco demasiado tarde. Nunca hay suficiente tiempo en una carrera”.
Esa carrera ya ha sido notable. La hija de inmigrantes mexicanos creció en Chicago, estudió ópera en la Universidad de Indiana y la Academia de Artes Vocales (AVA, por sus siglas en inglés) de Filadelfia y debutó después de graduarse en 2006.
“Siempre encontré que la voz es un instrumento excepcionalmente hermoso”, recordó Bill Schuman, entrenador vocal en la AVA que fue maestro de Pérez durante muchos años. “Ella da su voz de una manera amorosa y la comparte. Es muy adictivo. Creo que todos los grandes cantantes tienen eso”.
Durante un tiempo, cantó con frecuencia junto al tenor Stephen Costello, un compañero egresado de la AVA con quien estuvo casada durante seis años hasta que se divorciaron. En 2012 fue la primera hispana en ganar el premio Richard Tucker para jóvenes cantantes estadounidenses destacados. Su debut en la Met se produjo en 2015 como Liu en “Turandot” de Puccini.
Tosca, con sus demandas de canto dramático sobre una orquestación pesada, fue definitivamente un “estirón”, pero los críticos estuvieron de acuerdo en que lo logró con éxito.
“La gente decía: ‘Uy, podría ser un poco temprano para eso’”, recordó Gregory Henkel, jefe de la división artística de la Ópera de San Francisco. “Pero yo estaba confiado. Sentía que podría estar temprano en el lado correcto”.
Tatiana, que también canta por primera vez, es, al igual que Tosca, lo que el crítico Zachary Woolfe del New York Times llamó un “canto más pesado que los papeles líricos... por los que ha sido mejor conocida en la Met”. Pero agregó que “su urgencia y compromiso con el texto ayudaron a compensar cualquier falta de lujo”.
El próximo nuevo papel de Puccini que planea interpretar es el personaje principal de “Madama Butterfly”, y también le gustaría cantar su “Suor Angelica”, que según Schuman “sería como ponerse el guante perfecto” para ella.
La próxima temporada en la Met volverá a interpretar a Alicia en “Falstaff” de Verdi y debutará con otro nuevo papel, Blanche, en “Diálogos de Carmelitas” de Poulenc. Es un rol que tiene un significado especial para ella al haber sido originado por Virginia Zeani, quien le dio clases en Indiana.
Blanche, que ingresa a una orden de monjas que fue proscrita durante la Revolución Francesa, lucha por superar su miedo a la muerte durante gran parte de la ópera antes de finalmente unirse a sus hermanas para ir a la guillotina.
“Es realmente complicado porque, ¿cómo te mantienes asustada y ansiosa durante dos horas?”, dijo Pérez. “Tiendo a llevar realmente puestos los personajes que interpreto. Me afecta”.
Pero confía en que ha madurado lo suficiente como para poder separar sus papeles en el escenario de sus sentimientos personales.
“He tenido unos buenos 10 años para resolverlo”, dijo la cantante. “Está bien, tómate un descanso de la psicología del personaje. ¡Supéralo!”.