A pesar de COVID, japoneses disfrutan de los cerezos en flor
TOKIO (AP) — La gente en todo Japón disfruta de la temporada de los cerezos en flor, una semana después de que se levantaron las restricciones relacionadas con el COVID-19, lo que provoca temores de un posible repunte del virus.
Los árboles florecen a su máximo esplendor esta semana en muchas partes del país. El pico en Tokio fue el domingo, según la Agencia Meteorológica de Japón, lo que atrajo a muchas personas que durante los últimos dos años habían evitado participar de esta tradición nacional debido a la pandemia.
En el Parque Chidorigafuchi, un célebre “hanami” o punto de observación de los cerezos en flor ubicado al noroeste del Palacio Imperial, miles de personas contemplaban los pétalos color rosa pálido mientras paseaban bajo las filas de árboles o desde botes de remos en el foso del palacio.
“Siento que por fin la vida ha vuelto a la normalidad. Aquí en el centro la gente ha estado esperando este momento desde hace mucho tiempo”, dijo Takanori Shiwaku, de 62 años, mientras admiraba las flores en el parque.
Indicó que las flores, que se abren y luego caen simultáneamente, connotan una sensación de pureza.
“Quería venir este año y estoy realmente feliz”, dijo Midori Hayashi, una jubilada de 75 años que ha pasado la mayor parte de los últimos dos años en su casa.
La flor del cerezo, o “sakura", es la flor preferida de los japoneses, y por lo general alcanza su punto de máximo esplendor entre finales de marzo y principios de abril, en momentos en que inicia el año escolar y de negocios.
En muchos parques, este año se les pidió a los paseantes no reunirse a beber bajo los árboles —una forma tradicional de festejar la temporada— como parte de las restricciones contra el COVID-19 que siguen vigentes.
Tokio reportó 7.846 casos nuevos de coronavirus el martes, más del doble que la semana anterior, un repunte atribuido a una nueva subvariante de ómicron. A nivel nacional, se registraron 29.740 infecciones nuevas, un poco más que la semana pasada, elevando el total a 6,4 millones con 28.000 decesos.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, dijo que el aumento destaca “la trasmisión de la subvariante BA.2 de ómicron que está reemplazando a la variante existente con cierta velocidad”.