Brasil: Renuncia ministro de Educación en medio de escándalo
SAO PAULO (AP) — El ministro de Educación de Brasil renunció el lunes en medio de un escándalo que involucra acusaciones de que pastores evangélicos exigieron sobornos y en un momento en que se aproximan las elecciones presidenciales.
La gaceta oficial de Brasil indicó que el presidente Jair Bolsonaro aceptó la renuncia de Milton Ribeiro, que se convirtió en el cuarto ministro de Educación en dejar su cargo desde que comenzó el actual gobierno en 2019.
Bolsonaro había estado enfrentando presión del público para separar a Ribeiro de su puesto, dado que las acusaciones podrían afectar aún más las posibilidades de que el mandatario de extrema derecha sea reelegido en octubre. Evangélicos conservadores han sido un electorado clave de Bolsonaro, que en los sondeos preliminares se encuentra detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Medios brasileños publicaron varios artículos y dieron a conocer grabaciones de audio desde la semana pasada, alegando que dos pastores fungieron como asesores no oficiales del Ministerio de Educación. De acuerdo con los reportes, ambos favorecieron a municipios gobernados por sus aliados, y exigieron sobornos, incluyendo un kilogramo de oro.
El periódico Folha de S.Paulo publicó que Ribeiro dijo que Bolsonaro había autorizado que él atendiera a los dos pastores. El diario publicó una grabación en la que se escucha a Ribeiro decirle a varios alcaldes que el gobierno daría prioridad a los municipios cuyas peticiones estuvieran respaldadas por los dos clérigos.
El Supremo Tribunal Federal ha autorizado una pesquisa de la fiscalía. La Policía Federal también investiga las acusaciones.
En un comunicado, Ribeiro rechazó haber realizado algo ilegal. Señaló también que desde agosto le había informado a la policía y a los fiscales acerca de sospechas de corrupción entre algunos de los integrantes de su ministerio.
“Hay cuatro pilares que me guían: Dios, la familia, el honor y mí país”, declaró Ribeiro, y añadió que estaba dejando el puesto para que el gobierno de Bolsonaro no se vea opacado por acusaciones.
“Tomo esta decisión con el corazón roto. Aprecio la verdad y sé que se requiere tiempo para llegar a la verdad”, agregó.