España apoya que Marruecos gobierne Sahara Occidental
MADRID (AP) — España declaró el viernes “una nueva etapa” en sus tensas relaciones con Marruecos después de que el presidente del gobierno Pedro Sánchez le escribiera al rey marroquí Mohamed VI, diciéndole que está de acuerdo en que el funcionamiento autónomo del Sahara Occidental bajo el gobierno de Rabat es “la iniciativa más seria, realista y creíble” para resolver una disputa de décadas sobre el extenso territorio africano.
Esto marca un enorme cambio respecto a la postura anterior de Madrid, que consideraba que el control del Sahara Occidental por parte de Marruecos era una ocupación. El cambio siguió a meses de relaciones diplomáticas frías, y condujo al anuncio de una serie de visitas de funcionarios españoles a su vecino del sur.
También desató disputas dentro de la coalición de gobierno de centro-izquierda de España.
Las Naciones Unidas han seguido considerando a Madrid como el poder administrativo colonial del Sahara Occidental, incluso luego de que Marruecos se lo anexara inmediatamente después de que España abandonara su provincia africana en 1975. A lo largo de los años, la posición oficial del gobierno español, junto con la de la Unión Europea, ha sido la de respaldar un referendo patrocinado por la ONU para resolver la descolonización del territorio.
Pero según un comunicado emitido por el palacio real de Marruecos el viernes, Sánchez reconoció "la importancia del problema del Sahara para Marruecos” en una carta dirigida a Mohamed VI.
“España considera la iniciativa de autonomía presentada por Marruecos en 2007, como la base, la más seria, realista y creíble, para resolver la disputa”, señaló Sánchez, según lo citó el palacio real.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirmó el anuncio marroquí.
“Hoy iniciamos una nueva etapa en nuestras relaciones con Marruecos y cerramos definitivamente una crisis con un socio estratégico”, dijo a los periodistas. Añadió que la nueva etapa está “basada en el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente”.
Las relaciones entre España y Marruecos atravesaron un mínimo histórico el año pasado después de que Madrid recibiera en secreto al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para recibir tratamiento médico. Ghali ha liderado el anhelo de independencia de muchos saharauis.
Pero cuando medios de comunicación afines al gobierno marroquí revelaron la presencia de Ghali en España, el gobierno de Rabat permitió que 10.000 personas cruzaran la frontera hacia Ceuta, ciudad española situada en la costa del norte de África. Esto provocó una crisis humanitaria sin precedentes. Marruecos también retiró a su embajadora en Madrid y no la ha restituido.
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Tarik El Barakah en Rabat contribuyó a este despacho.