Análisis: Biden y Zelenskyy muestran estilos distintos

Análisis: Biden y Zelenskyy muestran estilos distintos
El presidente Joe Biden habla en la Sala Este de la Casa Blanca, el miércoles 16 de marzo de 2022, en Washington. (AP Foto/Patrick Semansky)

WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo ucraniano Volodymyr Zelenskyy son hombres de generaciones y estilos distintos. Y con misiones muy diferentes.

Zelenskyy está luchando para salvar a su nación. Biden para restaurar un desquebrajado orden mundial, sin desatar una guerra mundial.

Los contrastes fueron muy notorios el miércoles. Primero, el mandatario ucraniano se dirigió al Congreso de Estados Unidos con un pedido vehemente de asistencia militar adicional para repeler la invasión rusa, que está en su tercera semana. Posteriormente fue el turno de Biden, con un discurso más tecnócrata en el que prometió más armas y asistencia humanitaria, pero especificó claramente cuáles son los límites de lo que Estados Unidos está dispuesto a hacer.

Zelenskyy, de 44 años, se mostró elocuente a pesar de lucir fatigado y sin afeitar. Vestido en verde militar, solicitó ayuda letal en una videoconferencia desde un búnker anodino. Biden, con casi 80 años, habló sobriamente de sanciones y la creación de coaliciones desde un estudio construido para televisión a un costado de la Casa Blanca.

“Tengo casi 45 años; hoy mi edad se detuvo cuando los corazones de más de 100 niños dejaron de latir”, dijo Zelenskyy a los legisladores estadounidenses. “No le veo sentido a la vida si no puedo detener las muertes”.

En su discurso de 15 minutos, hizo mención de momentos significativos de confrontación para Estados Unidos: el bombardeo de Pearl Harbor, los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2021, la lucha de Martin Luther King Jr. por los derechos civiles. Exhortó a Biden a ser “el líder de la paz”.

Fue también la más reciente escala de la gira digital de Zelenskyy en su intento por proyectar a Ucrania como un país que defiende algo más que su propio territorio, y en la que busca suscitar acciones militares y de otro tipo aún más duras contra Rusia.

“Estamos luchando por los valores de Europa y del mundo”, dijo a los legisladores.

Zelenskyy le suplicó a Estados Unidos que participe de forma más directa en la ayuda a su pueblo, incluyendo que apoye a Ucrania para conseguir aviones de fabricación soviética con el fin de usarlos contra Rusia y en el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre territorio ucraniano, la cual él mismo reconoció que es poco probable que se concrete.

Biden ha advertido que satisfacer esas solicitudes podría llevar a Rusia y a Estados Unidos a un conflicto directo entre dos potencias nucleares. Es un riesgo que no está dispuesto a correr.

Biden vio el discurso de Zelenskyy desde la residencia de la Casa Blanca y lo describió como “poderoso”.

Sus propias declaraciones, tres horas después y de la mitad de duración, fueron menos elocuentes, pronunciadas desde un pequeño auditorio para televisión lleno de reporteros. Habló de lo que Estados Unidos puede hacer en este momento, pero se abstuvo de conceder todos los deseos de Zelenskyy.

Biden ha pasado los últimos meses trabajando para coordinar a los aliados de la OTAN y a los socios del G7 con el fin de que respalden duras sanciones económicas contra Rusia. Eso comenzó como un intento por evitar la invasión y ahora se ha convertido en una gestión para garantizar que el conflicto deje a ese país aislado y económicamente debilitado.

Biden enumeró las armas estadounidenses que serán incluidas en la entrega más reciente de misiles, drones y municiones. Revisó las sanciones que ya se le han impuesto a Rusia y la asistencia humanitaria que va rumbo a Ucrania. Sin embargo, en su mayor parte —aunque lamentó las horrendas muertes que ha dejado la guerra hasta el momento,— proyectó el interés de Estados Unidos en el conflicto en términos de proteger la democracia en todo el mundo, en lugar de enfocarse sólo en Ucrania.

“Lo que está en juego aquí son los principios que representan Estados Unidos y las naciones unidas de todo el mundo”, dijo Biden. “Es acerca de la libertad. Es acerca del derecho de la gente a determinar su propio futuro. Es acerca de asegurarse de que Ucrania nunca, nunca, sea una victoria para Putin, sin importar los avances que haga en el campo de batalla”.

Max Bergmann, exfuncionario del Departamento de Estado y ahora miembro del grupo activista y de investigación Center for American Progress, dijo que a pesar de que comparten una postura general, Biden y Zelenskyy desempeñan papeles muy distintos.

Para Zelenskyy, “esto es una amenaza existencial. La supervivencia misma de Ucrania está en juego”. Aseguró que el mandatario ucraniano proyecta “determinación y desesperación”.

Biden, señaló, muestra empatía por la posición de Zelenskyy. “Esto no se trata sólo de mover piezas en el tablero de ajedrez. Esto es defender a un país que está luchando por la libertad”.

Pero Biden, indicó, tiene límites. “Va a haber una diferencia y es algo que tenemos que entender. Eso forma parte de lo que significa ser el líder del mundo libre, que es sopesar estas demandas contrapuestas”.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reconoció los intereses distintos.

“Si nosotros fuéramos el presidente Zelenskyy, también estaríamos pidiendo todo lo posible”, comentó Psaki. “Pero la manera en que el presidente Biden toma decisiones es a través del prisma de nuestra propia seguridad nacional”.

Daniel Fried, exembajador de Estados Unidos ante Polonia, dijo que la edad de Biden —y el haber alcanzado la mayoría de edad durante la Guerra Fría— le ayudan a entender lo que está en juego de una manera diferente a la de Zelenskyy.

“Biden no ve a Zelenskyy con fría indiferencia", comentó Fried. "Creció con esas lecciones.

“Los ucranianos tienen respaldo. Y creo que ellos lo saben. Pero hay pruebas muy difíciles por delante”, agregó.

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La periodista de The Associated Press Colleen Long contribuyó a este despacho.

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