EEUU: Juez no retira cargos contra exgeneral venezolano
NUEVA YORK (AP) — Un juez estadounidense se negó el martes a desestimar cargos criminales contra un general retirado del ejército venezolano acusado, junto al presidente de Venezuela Nicolás Maduro, de “inundar” Estados Unidos con cocaína.
El juez Alvin Hellerstein dijo durante una audiencia en el caso contra Cliver Alcalá que las autoridades estadounidenses pueden presentar cargos criminales contra cualquier funcionario extranjero que viole las leyes estadounidenses incluso cuando su supuesta conducta se llevó a cabo durante el ejercicio oficial de su trabajo.
“La inmunidad por soberanía no protege a un estado deshonesto o a funcionarios deshonestos,” dijo el juez en la corte federal de Manhattan. “No estamos lidiando aquí con actividad criminal ordinaria. Estamos lidiando con conducta criminal ordinaria a los niveles más altos del gobierno".
Los abogados de Alcalá, quien compareció ante Hellerstein en un uniforme de preso color beige, buscaban desestimar acusaciones de narcoterrorismo presentadas contra su cliente hace dos años. Alcalá se ha declarado inocente de cargos de que trabajó con el mandatario socialista para enviar cocaína a Estados Unidos.
Según las acusaciones de la fiscalía del distrito sur de Nueva York, el exgeneral y Maduro fueron parte de un grupo de oficiales militares y funcionarios de alto rango de Venezuela que trabajaron con rebeldes colombianos para enviar presuntamente 250 toneladas métricas de cocaína al año a Estados Unidos.
Alcalá no sólo niega las acusaciones sino que asegura que es enemigo de Maduro. El exgeneral criticó abiertamente a Maduro casi desde que éste asumió la presidencia de Venezuela en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez.
La decisión de Hellerstein significa que Alcalá deberá ir a juicio por sus supuestos crímenes, que incluyen ofrecer seguridad a rebeldes insurgentes en Colombia, desactivar radares militares y devolver cargamentos de drogas que habían sido incautados a los insurgentes.
Alcalá asegura que intentó derrocar a Maduro y que las autoridades estadounidenses a los niveles más altos de la de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y otras agencias federales conocían sus intentos para derrocar al presidente venezolano. El exgeneral venezolano dice que esos intentos deberían desacreditar de inmediato los cargos penales que se le imputan.
Cuando fue arrestado en 2020, Alcalá ya llevaba varios años viviendo en Colombia y ayudaba a entrenar en campos secretos a desertores militares venezolanos. Los esfuerzos resultaron en el fallido complot en mayo del 2020 para derrocar a Maduro en el que también estaba involucrado Jordan Goudreau, un ex boina verde estadounidense.
Washington ha negado siempre cualquier implicación en los intentos de derrocar al mandatario venezolano por la fuerza.
A pesar de la hostilidad de Alcalá hacia Maduro, ambos fueron imputados en el caso de narcoterrorismo. El abogado de Alcalá, Cesar de Castro, dijo el martes en la audiencia que no ha visto hasta ahora pruebas que demuestren que su cliente estaba implicado en el narcotráfico.
De Castro aseguró que lo único que el gobierno tiene contra Alcalá es una supuesta reunión a la que Alcalá acudió con Hugo Carvajal, exdirector de Inteligencia de Venezuela, y Diosdado Cabello, primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, en la que se habló de narcotráfico.
De Castro argumentó que Alcalá acudió a la reunión porque ese era su trabajo y por lo tanto Estados Unidos no debería haber presentado cargos contra él. El fiscal Kyle Wirshba respondió que Alcalá no acudió a la reunión por motivos profesionales sino que lo hizo por motivos privados para hablar sobre tráfico de drogas, lo cual también es una violación de las leyes venezolanas.
Las supuestas evidencias de que Estados Unidos estaba al tanto de las actividades clandestinas de Alcalá contra Maduro podrían reforzar en un juicio el argumento de su defensa de que, aunque hubiese formado parte de una red de narcotráfico — algo que él niega — tomó medidas para retirarse años antes de ser acusado.
Los abogados de Alcalá dijeron a la AP después de la audiencia que se sentían “decepcionados” con la decisión de Hellerstein de no desestimar el caso.
“Aunque respetamos la decisión de la corte no estamos de acuerdo con ella. Esperaremos la decisión escrita (del juez) y consideraremos apelar,” dijeron los abogados. “El general Alcalá Cordones mantiene su inocencia y está ansioso de que se inicie su juicio.”