España: Preocupa coalición regional con ultraderecha
MADRID (AP) — La oposición conservadora española se está uniendo con políticos de tendencia nacional-populista cada vez más influentes para gobernar la región Castilla y León del noroeste de España, la primera apropiación importante de poder para el partido de ultraderecha Vox.
El acuerdo fue anunciado el jueves en un tuit de Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de la Junta de Castilla y León.
Su Partido Popular de centroderecha ganó una elección en febrero, pero no logró obtener una mayoría de los escaños en la asamblea regional que le habría permitido formar un gobierno regional de un solo partido.
Vox, cuyas propuestas van de la deportación de migrantes que ingresaron de manera irregular al país a la suspensión de las leyes contra la violencia de género y la prohibición de programas educativos sobre temas sexuales y de diversidad de género, ha ganado popularidad en años recientes.
El partido es ahora el tercero en cuanto a número de escaños en las Cortes Generales, el parlamento español. Sus votos en los parlamentos regionales de Madrid y Andalucía, las más pobladas de las 17 comunidades autónomas de España, han sido clave para respaldar gobiernos del Partido Popular en legislaturas conservadoras anteriores.
Pero antes el jueves Vox no había estado al frente de las posiciones regionales.
De acuerdo con los partidos, los integrantes del partido Vox tomarán el control político en la asamblea de Castilla y León, la vicepresidencia del gobierno regional y de al menos tres cargos ministeriales regionales.
Los detractores afirman que tales posiciones se convertirán en una plataforma para extender su discurso y tomar una influencia política considerable.
“Mal día para la democracia española”, señaló Adriana Lastra, una legisladora del partido Socialista de centroizquierda y aliada cercana del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Lastra culpó al Partido Popular por llegar a un “pacto de la vergüenza” con la ultraderecha.
Los Socialistas y el Partido Popular se han prácticamente turnado en el poder en las últimas cuatro décadas, pero el panorama político se ha tornado cada vez más fragmentado.