Aguaceros en Sydney ponen a 500.000 personas en alerta
SYDNEY (AP) — Unas 500.000 personas en Sydney y sus alrededores habían recibido el jueves orden de evacuar o prepararse para huir de las inundaciones, mientras las lluvias torrenciales castigaban una zona extraordinariamente amplia de la costa oriental australiana.
Los ríos crecían en la ciudad más poblada de Australia, de cinco millones de habitantes. La ministra de Servicios de Emergencia del estado de Nueva Gales del Sur, Steph Cooke, advirtió de “condiciones meteorológicas traicioneras” durante las 24 horas siguientes.
La Oficina Australiana de Meteorología advirtió de inundaciones que podrían poner en peligro la vida y vendavales con ráfagas de más de 90 kilómetros (56 millas) por hora.
Se esperaban grandes inundaciones a lo largo de varios ríos en Sydney y alrededores. Docenas de suburbios estaban en alerta.
El Servicio Estatal de Emergencias emitió órdenes de evacuación para 200.000 personas y advertencias de evacuación a otras 300.000.
El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Dominic Perrottet, instó a la gente a tomarse en serio las órdenes.
“Creemos que las cosas van a empeorar antes de mejorar”, dijo Perrottet.
También se emitieron avisos de inundaciones menores en poblaciones costeras en un tramo hasta 200 kilómetros (120 millas) al sur de Sydney.
Las aguas subían también en Brisbane, la tercera ciudad más poblada del país, 730 kilómetros (450 millas) al norte de Sydney, debido a tormentas eléctricas fuertes.
Granizo de entre 5 y 6 centímetros (2 pulgadas) cayó sobre la localidad de Inglewood, 270 kilómetros (170 millas) al suroeste de Brisbane, el jueves por la mañana, según la Oficina de Meteorología.
Una lluvia extraordinaria provocó la semana pasada inundaciones repentinas en la costa del estado de Queensland, 500 kilómetros (310 millas) al norte de la capital estatal, Brisbane, y después un sistema de bajas presiones se ha desplazado hacia el sur y llevado las precipitaciones hacia el sur de Sydney.
Las inundaciones se han cobrado 14 vidas en Queensland y la vecina Nueva Gales del Sur desde el 22 de febrero.
Varios suburbios de Brisbane seguían anegados después de que el río que atraviesa la ciudad alcanzara su pico de caudal el lunes.
Cientos de personas llamaban para pedir ayuda en Brisbane, donde viven 2,6 millones de personas, y sus alrededores, debido a inundaciones repentinas provocadas por los aguaceros, indicó el comisionado asistente de Bomberos y Servicios de Emergencia de Queensland, John Cawcutt.
“Tenemos vientos fuertes y desde luego tenemos el riesgo de inundaciones rápidas porque la tierra aquí ya esta empapada”, explicó Cawcutt a la televisora Nine Network.
“Por la saturación, los arroyos crecen muy, muy deprisa, sumideros, zonas que recogen aguas de tormenta, el agua sube desde abajo de modo que está por toda Brisbane”, añadió Cawcutt.
La experta de la Oficina de Meteorología Laura Boekel dijo que las tormentas eléctricas habían planteado el riesgo de más inundaciones, que se extendía 450 kilómetros (280 millas) hacia el norte desde Brisbane a Bundaberg, durante el próximo día o dos.
“Esta es una situación muy peligrosa y que podría poner vidas en peligro en el sureste de Queensland”, dijo Boekel.
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McGuirk contribuyó desde Canberra, Australia.