Perú exige a Repsol limpiar espuma petrolera que mata aves
LIMA (AP) — Perú exigió el viernes a Repsol limpiar una espuma derivada del petróleo que flota en el Pacífico y que supuestamente mata a las aves que viven en islas contaminadas por un derrame, calificado por la ONU como el “peor desastre ecológico” en la historia reciente de la nación.
En conferencia de prensa nocturna, el ministro del Ambiente Modesto Montoya dijo que la empresa española “a pesar de que hemos pedido, no se digna en limpiar la espuma que rodea las islas”.
Explicó que un equipo de expertos de las Naciones Unidas, que realizaron un trabajo de campo por 20 días, le indicaron la semana pasada en un informe que esa espuma es producto de la interacción “del petróleo con el mar en movimiento”.
“La empresa no se digna limpiar esta espuma, cosa que nos da mucha tristeza anunciar, porque las aves están muriendo por este problema”, dijo.
Montoya, un físico nuclear, indicó que la espuma tiene la propiedad de “hacer permeable las plumas, el agua penetra la piel y las aves mueren de hipotermia, y eso es grave porque estamos en época de reproducción. Las aves jóvenes que tratan de aprender a nadar simplemente mueren en ese intento”.
Periodistas de The Associated Press recorrieron el viernes en un bote los alrededores de la isla Pescadores —una de las más grandes frente a Lima— junto a funcionarios del Servicio Nacional de Áreas Protegidas, y observaron largas formaciones de espuma que flotaban sobre el mar.
Más temprano Repsol dijo que maneja datos distintos a Perú sobre el derrame en el Pacífico, el cual impactó un área poco mayor que la ciudad de París. La compañía calcula la afectación en 106 kilómetros cuadrados, en mar y tierra.
Montoya dijo el lunes que, a un mes del derrame, Repsol había recuperado 2.000 barriles de petróleo de 11.900 vertidos, y deslizó la posibilidad de que parte del crudo se haya hundido al fondo marino. Por su parte, la compañía indicó el viernes que recogieron 98% del crudo en mar y tierra, que calculan en casi 10.400 barriles, y que “no existirían residuos en el fondo del mar”.
“Desconozco los criterios con los que el Ministerio del Ambiente ha calculado el volumen retirado”, dijo el director local de Repsol, Jaime Fernández-Cuesta, en conferencia de prensa.
A fines de enero, Perú anunció que cayeron al Pacífico unos 11.900 barriles de petróleo. El viernes Repsol volvió a señalar que fueron casi 10.400 los barriles derramados.
“Tenemos todos los datos suficientes y de registro de flujos en la refinería para afirmar que el derrame fue de aproximadamente 10.400 barriles”, dijo Fernández-Cuesta. “No entiendo cómo ningún tercero puede establecer otra cifra diferente sin estos datos”, agregó, en referencia a la información brindada por el Ministerio del Ambiente.
Los periodistas de la AP observaron el viernes el trabajo de los rescatistas de aves afectadas por el derrame. Acompañados de un perro propiedad del piloto, los funcionarios recogieron siete cadáveres de aves que flotaban sobre las olas cerca de la isla. Roberto Gutiérrez, uno de los trabajadores, atrapaba las aves con un palo que tenía amarrada una red en la punta.
En un mes los rescatistas hallaron 300 aves muertas y han observado 1.200 cubiertas de crudo, en especial cormoranes, guanayes, piqueros, pingüinos de Humboldt, pelícanos y gaviotas peruanas.
Junto a sus colegas los funcionarios registran sus hallazgos en un cuaderno, así como su ubicación geográfica exacta. Avistan las aves manchadas con crudo usando binoculares.
Sentado en su bote, el rescatista dijo que los cadáveres de los animales presentan un patrón recurrente.
“Cuando les abres el pico tienen trazas de petróleo”, señaló.