AP EXPLICA: Exlíder hondureño era viejo objetivo de fiscales
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue detenido el martes a petición estadounidense por delitos de narcotráfico, y un juez hondureño decidirá si finalmente se le extradita para que se le juzgue en Estados Unidos.
Mientras Hernández fue presidente era intocable para el dependiente sistema judicial hondureño, y sucesivos gobiernos de Estados Unidos no hicieron nada por distanciarse. La excepción eran los fiscales en el Distrito Sur de Nueva York, que pasaron los últimos años desentrañando organizaciones de narcotráfico hondureñas hasta la persona que muchos creían era el pináculo inevitable: Hernández.
La mayoría de las acusaciones de los fiscales contra Hernández proceden de dos juicios, el del excongresista hondureño Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente, y el de Geovanny Fuentes Ramírez. Ambos formaban parte de un gran caso contra el narcotráfico iniciado en 2015. Los dos fueron condenados a cadena perpetua por delitos de narcotráfico, Fuentes apenas la semana pasada. Los fiscales han señalado a Juan Orlando Hernández como “coconspirador” en el mismo caso.
¿QUÉ CARGOS ENFRENTARÍA JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ EN ESTADOS UNIDOS?
La fiscalía estadounidense no ha publicado la orden contra Hernández, pero el miércoles se le comunicaron los cargos en una vista preliminar ante la Corte Suprema de Justicia hondureña. Incluyen conspiración para importar drogas a Estados Unidos, utilizar armas de fuego para asistir a una conspiración de tráfico de drogas y conspiración para utilizar armas de fuego en asistencia del tráfico de drogas. Parecen similares a los cargos que le valieron a su hermano una cadena perpetua, salvo por el cargo adicional de falso testimonio que recibió su hermano.
¿QUÉ ACUSACIONES HAN HECHO LOS FISCALES DE EE.UU. CONTRA HERNÁNDEZ?
En la sentencia a Tony Hernández en marzo de 2021, el fiscal asistente de Estados Unidos Matthew Laroche lo describió como “tráfico de drogas patrocinado por el estado”.
Las acusaciones de los fiscales concluyen que Juan Orlando Hernández impulsó su carrera política, de congresista de la región rural de Lempira, en el oeste de Honduras, para llegar a presidente del Congreso Nacional y después a dos mandatos presidenciales con ayuda de sobornos y apoyo que obtuvo de narcotraficantes. A cambio, los narcos pudieron operar sin trabas, recibieron información que les ayudó a evitar a las autoridades y en ocasiones incluso tuvieron a las fuerzas de seguridad a su servicio.
Hernández se convirtió en presidente del congreso a principios de 2010. Para 2013 hacía campaña a la presidencia de país y supuestamente solicitó 1,6 millones de dólares a un narcotraficante para financiar su campaña y la de otros políticos del Partido Nacional, según las autoridades estadounidenses.
Tony Hernández también recibió un millón de dólares del capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán para financiar la campaña de su hermano. Tony Hernández había prometido al líder del cártel de Sinaloa que si su hermano ganaba la presidencia, podrían proteger sus cargamentos de drogas a su paso por Honduras.
Juan Orlando Hernández asumió el cargo el 27 de enero de 2014. Las autoridades estadounidenses afirman que siguió recibiendo dinero de la droga mientras estuvo en el cargo a cambio de permitir que la droga pasara por Honduras.
Los testigos en las dos semanas de juicio a Fuentes Ramírez, poco antes de que se dictara la sentencia a Tony Hernández, dijeron que el entonces presidente había aceptado sobornos de Fuentes Ramírez y otros narcos desde que era candidato a la presidencia y al menos hasta 2019.
Fue en ese juicio en el que el fiscal asistente Jacob Gutwillig dijo que un contable había oído decir a Juan Orlando Hernández que quería "meter las drogas en las narices de los gringos”.
También en ese juicio, Devis Leonel Rivera Madariaga, exlíder del cártel de Cachiros, declaró que había enviado 250.000 dólares a Juan Orlando Hernández en 2012 a través de su hermana a cambio de protección para su negocio de contrabando y para evitar la extradición. Un contable declaró que había visto en dos ocasiones cómo Hernandez recibía sobornos de Fuentes Ramírez en 2013.
¿QUÉ HA DICHO HERNÁNDEZ?
Cada vez que la fiscalía ha hecho acusaciones, Hernández ha negado de plano cualquier actividad ilegal y tachado a sus acusadores de narcotraficantes que tratan de vengarse de él inventándose historias. Ha señalado a la estrecha colaboración de su gobierno con las autoridades estadounidenses para incautar cargamentos de cocaína enviados desde Sudamérica a Estados Unidos a través de Honduras. Ha recordado a todo el mundo que Honduras cambió su constitución en 2012, cuando él presidía el congreso, para permitir la extradición de hondureños por delitos de narcotráfico, y que su gobierno extraditó a muchos.
Ahora, el siguiente extraditado a Estados Unidos podría ser el propio Hernández.
¿CUÁNDO PODRÍA SER EXTRADITADO?
Si Hernández decide no oponerse a la extradición, el proceso podría ser muy rápido. Si el juez decide que Hernández debe ser extraditado pero él se opone, completar todos los trámites y posibles apelaciones podría tomar hasta tres meses.
El miércoles se leyeron los cargos a Hernández y el juez rechazó su petición de permanecer en arresto domiciliario, además de fijar una vista el 16 de marzo en la que se presentarán pruebas que respalden las acusaciones estadounidenses. Una vez el juez decida sobre la extradición, habrá una oportunidad de apelar, aunque los expertos dicen que en general, las cosas van deprisa en ese punto y la apelación podría instruirse y obtener un veredicto en cuestión de días.
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El periodista de AP Marlon González en Tegucigalpa, Honduras, contribuyó a este despacho.