Asesinan a periodista en México, el cuarto en un mes
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Roberto Toledo, colaborador de un portal de noticias local, se convirtió el lunes en el cuarto periodista asesinado en México en lo que va del año, después de ser baleado en el estado de Michoacán, en el occidente del país.
Toledo, de 55 años, fue asesinado en la localidad de Zitácuaro, informó Armando Linares, director de Monitor Michoacán, en el que colaboraba Toledo.
Toledo llegó alrededor del mediodía a una oficina donde se llevaría a cabo una reunión de trabajo. Una vez dentro, tocaron la puerta y al abrir, de inmediato ingresaron tres sujetos que comenzaron a disparar, relató Linares a The Associated Press.
Toledo tenía dos años trabajando para Monitor Michoacán y se encargaba de hacer notas en video y boletines del gobierno estatal, precisó el director, quien descartó que su colaborador haya recibido amenazas directas antes del ataque.
El coordinador general de Comunicación Social de la presidencia, Jesús Ramírez, negó la noche del lunes que Toledo sea periodista y tuiteó que, según las investigaciones, la víctima "se desempeñaba como auxiliar de un despacho de abogados, no como periodista”.
“Condenamos este crimen. Ningún ser humano debe ser privado de su vida”, añadió.
Ramírez había difundido horas antes otro mensaje en el que se refirió a Toledo como periodista y dijo que se trabajaría en conjunto con el gobierno estatal y municipal para esclarecer el caso. “No permitiremos la impunidad. Defendamos la libertad de expresión y el derecho a la información", aseguró.
Linares admitió que ha recibido amenazas desde hace tiempo, incluso después del asesinato de Toledo. Tras el homicidio, las autoridades activaron el mecanismo de protección para el director de Monitor Michoacán y le asignarán elementos de la Guardia Nacional para su custodia, precisó el periodista.
Al ser cuestionado sobre quiénes han sido los responsables de las amenazas, Linares dijo que “se hacen pasar por un grupo delincuencial. Nosotros no podemos corroborar si sea o no cierto”.
“Exhibir corrupciones de gobiernos corruptos, de funcionarios y gobierno corruptos nos llevó a la muerte el día de hoy de uno de nuestros compañeros”, expresó Linares en un video que difundió el lunes en redes sociales tras el asesinato de su colaborador.
La Fiscalía General de Michoacán dijo a la AP que ya recaban información en torno al caso.
El asesinato de Toledo estremeció a la localidad de Zitácuaro, la quinta ciudad más grande de Michoacán y donde al igual que en muchas otras regiones del país opera el crimen organizado.
La periodista Magdalena Alonso, directora del noticiero Al Aire Zitácuaro, un canal de noticias por internet, afirmó que el trabajo en esa localidad “ha sido muy complicado y muy riesgoso periodísticamente”. Admitió además que sopesan la posibilidad de cerrar el canal debido a los problemas de violencia: “Ya yo no veo buena seguridad para continuar con este medio de comunicación”, acotó.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y la organización Artículo 19 también se sumaron a la condena y exigieron a las autoridades investigar el hecho.
Artículo 19, que defiende los derechos de los periodistas, instó al Mecanismo de Protección para Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas a garantizar la protección efectiva de los integrantes de Monitor Michoacán para evitar más agresiones.
A inicios de enero fue asesinado José Luis Gamboa, director de un portal de internet, en el estado de Veracruz, en el Golfo de México, y días después fueron baleados el fotógrafo Margarito Martínez y la periodista Lourdes Maldonado López en la ciudad norteña de Tijuana, limítrofe con Estados Unidos.
Los homicidios desataron protestas la semana pasada en diferentes ciudades de México, donde decenas de periodistas salieron a manifestarse para exigir justicia en esos casos.
México es el país más violento del hemisferio occidental para el ejercicio del periodismo, según el CPJ, una ONG de protección a la prensa con sede en Nueva York. De acuerdo con sus datos, hasta diciembre había nueve periodistas asesinados y de ellos tres fueron por represalias por su labor informativa, aunque aún se investigan otros casos para determinar el motivo.