Raza, edad, peso, Valentino apoya diversidad en París
PARÍS (AP) — Fue una bocanada de aire fresco en París cuando el diseñador de Valentino, Pierpaolo Piccioli, se liberó de los límites de raza, edad y peso el miércoles para producir un momento alegre, inclusivo y muy esperado en la alta costura.
La moda se enorgullece de poder predecir tendencias y estar adelantada. De modo que muchos especialistas de la industria se han sentido desilusionados en años recientes porque las casas de moda europeas, algunas de las cuales han sido acusadas de centrarse demasiado en la cultura occidental e incluso de racismo, parecen atrasadas en temas de positividad corporal y diversidad.
Para la primavera Piccioli dio un firme paso adelante.
A continuación algunos de los puntos más importantes de los desfiles del miércoles en la Semana de la Moda de París.
DIVERSIDAD EN VALENTINO
“He reflexionado sobre el cuerpo. La repetición de la proporción del modelo de la casa siempre ha sido el ritmo a seguir y pensé que era momento de cambiar”, dijo Piccioli. “La creatividad, como la vida misma, es posible sólo en un ambiente que no sea homogéneo”.
Y con esto el reconocido diseñador italiano se adentró en un nuevo terreno: Un universo de moda de ropa usada por individuos, sin importar su color, edad, peso o talla de cintura.
La alta costura, la antigua tradición de la ropa echa a la medida con precios exorbitantes, siempre ha estado gobernada por reglas estrictas de formas de cuerpo y ha sido tradicionalmente presentada por modelos predominantemente blancas de aspecto europeo de cierta altura y peso.
En el Place Vendome, Piccioli rompió con esas reglas.
Bellezas voluptuosas, modelos de más de 60 años, así como modelos hombres y mujeres de orígenes raciales diversos salieron a los flashes de la cámara en diseños ligeros, optimistas y juguetones. Unos 32 de los 64 estilos, justo la mitad, fueron presentados por modelos de color.
Algunos observadores de la moda lo vieron como un momento para el que “también ya era tiempo”, incluyendo Long Nguyen, un importante crítico de moda asiático-estadounidense.
“Es un cambio bienvenido en Valentino ver diversidad de edad, cuerpo y raza en la órbita de la alta costura”, dijo. “Es un proceso que ha llevado demasiado tiempo en las casas de moda de lujo”.
Nguyen agregó “todavía falta mucho por recorrer”.
La semana pasada Kenzo develó la colección de su primer diseñador japonés desde el fundador de la casa Kenzo Takada. Nigo, de 51 años, es el segundo diseñador asiático a cargo de una casa europea junto con el filipino-estadounidense Rhuigi Villaseñor de Bally. Su designación fue vista como un hito en la industria de lujo que trata de abordar más ampliamente cuestiones de raza.
ANATOMIA DE ALTA COSTURA
La diversidad no solo se sintió en la elección de modelos de Valentino sino en los mismos estilos.
La colección de Valentino se titulaba “La anatomía de la alta costura”. Los estilos, por lo general sobrios, estaban a un corte del cuerpo y eran un estudio de la fina división entre el minimalismo y la exuberancia.
Minimizar fue por momentos literal para Piccioli, como agujeros en los costados de los pantalones o en cortes verticales en una túnica color lima. Este truco produjo los mejores estilos.
Un vestido blanco rectangular en crepé de viscosa tenía un corte sublime en el pecho para darle una vibra juguetona y modernista. Una capa azul marino en chiffon, que era suficientemente transparente para exponer pezones y piel, llevó el título de la exposición al corazón de su diseño. Se sentía como una pieza arquetípica de costura.
En otros modelos la simplicidad era interrumpida por floreos de moños, zumbidos de seda y destellos de color brillantes.
La casa dijo que 50 metros (165 pies) de faya de algodón fueron cosidos a mano por el ejército de costureras de Valentino para crear una capa azul cielo que era tan voluminosa que parecía que se alzaba alrededor de la modelo como un halo humeante.
PIRATAS RETRO DE ZUHAIR MURAD
Zuhair Murad entró en el ánimo de la década de 1970.
Murad, uno de los dos grandes diseñadores libaneses presentando desfiles en París junto con Eli Saab, sacó bandas, adornos y largos vestidos de seda, cuyos pliegues en acordeón barrían en el piso para una mezcla retro, segura y sensual que con guiños continuos a motivos de piratas.
La pasarela, sobre la que estaba impreso un mapa antiguo, presentó un importante tema marinero o de piratería.
Sombreros de tres picos que remitían a los del siglo XVIII o a sombreros de pirata populares en la década de 1970, fueron reversionados en lavanda para complementar amplias botas de pirata en piel con estilosas puntas puntiagudas.
Los cortes de Murad llegaban a la altura natural de la cintura de las modelos cuya altura se acentuaba con faldas. En otros modelos los grandes escotes y blusas sin mangas enfatizaban las curvas femeninas.
Por momentos la colección se sentía como un pastiche, pero la exuberancia y la ejecución produjo un desfile vendible y con consideraciones comerciales.
MODELOS QUE DESAPARECEN DE VIKTOR&ROLF
Fuera de lo común, juguetona y mórbidamente creativa.
El dúo de diseñadores holandeses Viktor & Rolf está de vuelta en el calendario de alta costura, con un desfile típicamente impactante: Modelos fantasmagóricas que se encogen en su ropa.
Un curioso efecto visual con los hombros de los vestidos daba la apariencia que las modelos se encogían como si repentinamente envejecieran. Mientras que en sus rostros el maquillaje se usó para hacer más anguloso su rostro junto con labial oscuro. Largas uñas sugerían que una persona había sido enterrada viva en estilos que requieren valor para ser usados.
Se podría decir que la colección no era para personas que se hacen menos.
En cuanto al estilo se sentía como de finales de los 70. Cuellos de chorreras mezclados con enormes volantes que evocaban la cúspide de los Neorrománticos. Pero los 25 diseños también tenían una sensación enciclopédica, con contemplaciones históricas como talles shakesperianos entrecruzados o un enorme vestido color frambuesa con un volante gigante en el cuello que evocaba los cuellos de lechuguilla de la corte de la reina Isabel I.
ELIE SAAB FLORECE
Elie Saab se expresó con flores. El diseñador libanés tomó las suaves siluetas que lo han convertido en un éxito en las alfombras rojas entre celebridades como Rihanna, Halle Berry y Mila Kunis — y creó variaciones infinitas con ellas.
Fue gracias a sus diseños de flores bellamente bordadas.
Pétalos brillantes, en un impresionante tono fucsia, parecían envolver la enorme falda que abrió el desfile y recordaba a un caleidoscopio de mariposas.
Enormes peonias rosadas colgaban del cuello y el vientre de una modelo a juego con un vestido sin mangas en seda rosada con una cauda que remitía a los años 70.
Una capa en rosa evocaba a una princesa de cuento de hada, un terreno que el diseñador ha explorado en el pasado con considerable frecuencia.
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Los organizadores, argumentando restricciones por la pandemia no dieron acceso a los fotógrafos de AP al desfile de Valentino.