Perú: protesta por derrame tras oleaje por erupción en Tonga
LIMA (AP) — Pescadores protestaron el martes frente a la principal refinería de Perú, administrada por la española Repsol, luego que un barco derramó miles de barriles de petróleo sobre una zona del Pacífico, rica en biodiversidad marina, tras fuertes oleajes originados por la erupción en Tonga.
El derrame petrolero en Perú es el único de ese tipo que se ha producido en toda la cuenca del Pacífico tras la erupción de un volcán submarino el sábado en Tonga. El ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, indicó a la prensa que el derrame se calcula en 6.000 barriles de petróleo.
Los pescadores artesanales locales, vigilados por la policía, llevaban una extensa bandera de Perú junto a redes de pescar y cargaban carteles con frases como “Repsol asesino de la fauna marina”, “No al crimen ecológico” o “Familias afectadas económicamente”.
Exigían conversar con la empresa, pero hasta el mediodía ningún ejecutivo había iniciado el diálogo. The Associated Press escribió un correo a Repsol en busca de comentarios, pero no recibió ninguno al momento.
“Hay una matanza a toda la biodiversidad hidrobiológica” dijo Roberto Espinoza, dirigente de los pescadores locales. “En plena pandemia, teniendo el mar que nos da de comer, por no tener un plan de contingencia nos acaban de destruir una base de biodiversidad", indicó Espinoza.
A ocho kilómetros al noroeste de la refinería La Pampilla, en la playa Cavero, las olas del Pacífico llegaban hasta la arena cargadas de un líquido brillante negro, junto a pequeños crustáceos muertos. Medio centenar de obreros de empresas que trabajan para Repsol dentro de la refinería retiraban con palas la arena manchada de petróleo y la amontonaban en una pequeño promontorio.
Juan Carlos Riveros, biólogo y director científico en Perú de Oceana —la mayor organización internacional dedicada a proteger los océanos del mundo— indicó que las especies más afectadas por el derrame incluyen las aves guaneras, gaviotas, gaviotines, zarcillos, lobos marinos y delfines.
“El derrame también afecta la principal fuente de trabajo de los pescadores artesanales pues se restringe el acceso a sus zonas tradicionales de pesca o bien se contaminan o mueren las especies objetivo", dijo Riveros. "En el corto plazo se genera desconfianza acerca de la calidad y se desalienta el consumo de la pesca con lo cual caen los precios y se reduce el ingreso”, precisó.
La agencia de evaluación y fiscalización ambiental calculó el martes de forma preliminar que unos 18.000 metros cuadrados de playa de la costa del Pacífico de Perú han sido afectados por el derrame que ocurrió el sábado cuando el buque de bandera italiana "Mare Doricum" descargaba un millón de barriles de petróleo.
Repsol dijo el domingo en un comunicado que el derrame se produjo “debido a la violencia del oleaje". La empresa indicó que la refinería “activó inmediatamente sus protocolos de seguridad y sus brigadas controlaron el incidente”.
En un comunicado, la agencia peruana dijo que Repsol "no ha adoptado medidas inmediatas a fin de prevenir daños acumulativos o de mayor gravedad que repercutan en el suelo, agua, flora, fauna y recursos hidrobiológicos”. El lunes los trabajadores vestidos con trajes blancos incluso recogían el petróleo derramado con botellas de plástico cortadas por la mitad, según observó la AP.
José Llacuachaqui, otro dirigente de los pescadores locales, quien observaba la limpieza, comentó que los obreros sólo estaban recogiendo el petróleo que llegaba a la arena, pero no el crudo que estaba en el agua marina. “Eso está depredando, matando, todos los huevos, toda la especia marina”, dijo.
Daniel Olivares, director de Oceana en Perú, dijo a la AP que si bien se debe revisar y fortalecer el marco regulatorio y sancionador de las actividades de transporte de hidrocarburos, Perú debe promover una transición energética que nos libere progresivamente de la dependencia de los combustibles fósiles. “Sin ir muy lejos países de la Alianza del Pacífico como Colombia y Chile ya tienen planes para esta transición, mientras que el Perú no”.
Las rocas de la playa del Pacífico de Perú donde había llegado el derrame estaban negras de petróleo. La erupción el sábado del volcán submarino cerca de Tonga provocó el domingo oleajes lejanos, incluyendo a Perú, donde el mar se salió en una playa llamada El Chaco e inundó restaurantes, mientras en otra playa llamada Naylamp dos mujeres fallecieron arrastradas por las olas.
El peruano Kevin Aroni y su amigo venezolano Brayan Mangiamele, ambos de 16 años y vecinos de la zona, estaban recorriendo la playa en bicicleta. No se atrevían a bañarse. El domingo vieron peces envueltos en agua sucia de petróleo revoloteando sobre la arena. “Estaban moribundos”, dijo Aroni.