Brasil: Falta de datos afecta seguimiento de casos de COVID
BRASILIA (AP) — Mientras en gran parte del mundo la variante ómicron dispara los casos de COVID-19, uno de los países más devastados por la pandemia tiene dificultades para llevar un seguimiento de los nuevos casos, las muertes y las hospitalizaciones.
Los funcionarios del Ministerio de Salud de Brasil aún no se recuperan por completo de los ataques que sufrió su sistema por parte de piratas informáticos entre el 10 y el 13 de diciembre, por lo que los investigadores afirman que los datos están incompletos y a menudo son de difícil acceso.
Los estados y los municipios tienen problemas para subir su información a las plataformas del ministerio, y las páginas web de acceso público suelen estar fuera de servicio.
La escasez de información no podría llegar en peor momento: Los casos de COVID-19 están aumentando al mismo tiempo que aparece un brote de gripe con síntomas similares. Como consecuencia de la confusión, la gente hace largas filas en las farmacias en busca de pruebas, y las esperas en los centros de salud son muy prolongadas.
Marcelo Gomes, investigador de salud pública en Fiocruz, una institución de investigación estatal, depende de la base de datos del Ministerio de Salud para coordinar los boletines de Infogripe que rastrean las enfermedades respiratorias graves en el país.
“Estamos ciegos”, dijo Gomes a The Associated Press. “Se necesita un panorama de todo un municipio, de todo un estado, para poder identificar la situación de manera adecuada”.
Aunque el Ministerio de Salud reportó 53.292 casos de COVID-19 en la semana del 27 de diciembre al 2 de enero, una asociación nacional de farmacias dijo que tan sólo sus 8.500 sucursales registraron 94.540 pruebas positivas durante el mismo período, un aumento del 33% con respecto a la semana anterior.
La asociación señaló que los casos se están expandiendo con especial rapidez en los grandes estados como Sao Paulo y Río de Janeiro, donde los casos de COVID-19 confirmados en farmacias aumentaron en casi un 50% en el mismo periodo.
Una compañía privada de servicios de diagnóstico, Diagnosticos America, dijo a la AP que está viendo un fuerte aumento en el porcentaje de pruebas positivas frente a las negativas, lo que a menudo es una señal de que el virus se está propagando. La empresa señaló que la tasa de positividad pasó del 22% el 30 de diciembre al 43% el 6 de enero.
A pesar del aumento de los casos, hasta ahora ningún estado ha informado que su sistema hospitalario esté saturado. Algunos, como Minas Gerais, Piaui y Amazonas, han registrado un aumento significativo en las tasas de hospitalización. La tasa de Río de Janeiro apenas se ha movido de su nivel más bajo desde que comenzó la pandemia.
Las oficinas de prensa de las secretarías de salud de nueve estados —incluido Sao Paulo— dijeron a la AP que continúan teniendo dificultades para transmitir información al gobierno federal.
“Los accesos a los sistemas se han normalizado, pero aún es posible observar las consecuencias en los datos tras el ataque de los hackers”, dijo el consejo nacional de secretarías de salud a la AP en un comunicado enviado por correo electrónico.
La Policía Federal está investigando el hackeo al sistema del Ministerio de Salud, que le dijo a la AP que ya ha restaurado sus sistemas.
La experta en derecho digital Luiza Leite señaló que la vulneración de datos sufrida por el Ministerio de Salud obligó al gobierno a respaldar toda su información, reintroducirla en el sistema y después efectuar varias pruebas de vulnerabilidad contra hackeos posteriores, incluso mientras llegaban nuevos datos.
“El simple hecho de que ocurrió un ataque muestra la falta de una política bien estructurada para proteger la información”, agregó.
Los investigadores de salud ya habían criticado la manera en que el país compilaba y difundía datos durante la pandemia. “Además de un subregistro, la ausencia de pruebas y de contabilidad creativa, ahora tenemos esta falta de transparencia”, declaró Miguel Lago, director ejecutivo del Instituto para el Estudio de Políticas de Salud, que asesora a las autoridades brasileñas de salud pública.
“Los datos son importantes para la planificación de políticas públicas, pero en salud son fundamentales, incluso más en el contexto de una pandemia”, agregó.
Gomes, investigador de Fiocruz, dijo que el haber tenido información más completa habría ayudado a la gente a tomar sus decisiones sobre viajes y reuniones durante las festividades de Navidad y Año Nuevo.
“La transmisión del virus depende de nuestro comportamiento individual y colectivo”, señaló Gomes. Indicó también que en los datos de secuenciación que ha revisado encontró que la mayoría de los casos recientes correspondían a la variante ómicron, pero advirtió que las muestras de laboratorio no necesariamente son representativas del público en general.
Hasta el jueves, el ministerio había identificado 265 casos de la ómicron y 520 más estaban en observación. La primera muerte confirmada por la variante ocurrió esta semana.
Incluso a pesar de la falta de información confiable para guiar las decisiones, muchos funcionarios estatales y municipales han procedido nuevamente a restringir actividades, incluyendo las fiestas callejeras con motivo de las próximas celebraciones del Carnaval, con la expectativa de limitar los contagios.
Brasil también sufrió una censura de la información oficial sobre el COVID-19 en junio de 2020, cuando el gobierno la retiró de internet después de que el presidente Jair Bolsonaro, que insiste en restar importancia a la gravedad de la enfermedad, se quejó de que las cifras “no eran representativas”. Pronto el máximo tribunal ordenó la restauración de las páginas.
En ese entonces, el coronavirus había dejado unas 34.000 víctimas. Hasta esta semana, las cifras del Ministerio de Salud muestran casi 620.000 fallecimientos por COVID-19 en el país, la segunda cantidad más alta del mundo.