Reseña: “The 355” es un buen thriller de espías
Siempre es un poco sospechoso cuando se hace mucho ruido sobre una película de acción “protagonizada por mujeres”. Desafortunadamente Hollywood ha decidido recientemente que para corregir décadas de desigualdad de género en ciertos géneros cinematográficos no es suficiente simplemente hacer una película de acción protagonizada por más de una mujer: Deben hacer saber al público que ellos saben que este es Un Momento de Poder Femenino. Y francamente ya sea por el elenco femenino de Avengers en “Infinity War”, un montaje de Chicas Haciendo Deporte y Ciencia en la más reciente “Charlie’s Angels” (“Ángeles de Charlie”) o toda “Ocean’s 8” (“Ocean’s 8: las estafadoras”), siempre resulta insultante para su público meta.
Ha habido esfuerzos más sutiles, inteligentes y simplemente mejores al llevar a las mujeres al frente de los llamados géneros masculinos en el cine, como “Widows” (“Viudas”) o “Spy” (“Espías”), pero es difícil entrar a algo como “The 355” (“Agentes 355”), de la que se ha escrito que es como la versión femenina de “Jason Bourne” mezclada con “Mission: Impossible” (“Misión Imposible”) a lo largo de cuatro años, sin tener ciertas reservas. Nos han colmado antes, sin importar cuántas nominadas al Oscar estén en el afiche. Y este cartel tiene mucho talento fotogénico con Jessica Chastain como agente de la CIA, Diane Kruger como espía alemana, Lupita Nyong’o como exoperadora de MI6 y Penélope Cruz como una psicóloga colombiana quienes buscan al malo de la película.
“The 355”, dirigida por Simon Kinberg (“X-Men: Dark Phoenix”) quien la escribió con Theresa Rebeck (“Smash”), dista de ser un clásico instantáneo. Pero es una película directa y un thriller de espías sólidamente entretenido que (por lo general) evita el impulso de la autocomplacencia de manera demasiado obvia. Por lo menos hasta una penosa secuencia de “dos meses después” que deja la puerta abierta para una secuela. Pero hay suficientes escenas buenas que preceden ese momento que casi lo excusan y gran parte de esto tiene que ver con su elenco, que también incluye a Sebastian Stan, Edgar Ramírez y Bingbing Fan.
La premisa no es innovadora y por momentos parece un poco predecible: Hay un microchip que puede acceder a cualquier sistema cerrado, y todos los tipos malos del mundo lo quieren. Y hay muchas, muchas agencias de inteligencia que tratan de evitar que caiga en las manos incorrectas. Muchos juegan para más de un equipo. Y como en casi todas las películas de espías de los últimos 50 años, se habla de una inminente Tercera Guerra Mundial.
“The 355” logra todos los puntos esperados, aunque también te hace apreciar lo bueno que es una parodia como “Spy” de Paul Fieg. Su vuelta al mundo las lleva a modernos rascacielos y mercados atestados, ellas combaten en sudaderas y en tacones, encuentran una excusa para que nuestras heroínas se vistan con glamur para una importante subasta (todos los espías merecen algo elegante en medio del caos) e incluso se toman una cerveza y comparten historias de guerra.
Los personajes principales están dibujados un poco simplistamente y uno siente que se cansará del apodo de Chastain (“Mace”), pero las actrices les dan suficiente profundidad como para pasar. No solo te crees que son mujeres inteligentes y capaces (y ellas te lo demuestran en vez de decirlo), también parece que todas han tenido vidas antes de que las cámaras comenzaran a filmarlas. Nyong’o, en especial es una genio de la tecnología que trata de seguir adelante con su vida. Kruger hace un gran trabajo para elevar su personaje más allá de una “alemana solitaria y enojada”. Cruz se lleva la peor parte como el pez fuera del agua, pero aun así es divertido verla en la mezcla.
En general “The 355” tiene éxito donde otras han fracasado porque pone a la película y la historia en primer plano, no al mensaje.
“The 355”, un estreno de Universal Pictures, tiene una clasificación PG-13 (que advierte a los padres que podría ser inapropiada para menores de 13 años) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por escenas de violencia fuerte, diálogos y material sugestivo. Duración: 122 minutos. Dos estrellas y media de cuatro.
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Lindsey Bahr está en Twitter como www.twitter.com/ldbahr