Familiares temen por la vida de presos en Nicaragua
MANAGUA (AP) — Familiares de unos 40 opositores detenidos en Nicaragua desde junio afirmaron que sus vidas “están en riesgo”, debido a que están bajo aislamiento, no se les permite recibir alimentos ni abrigo y varios de ellos son personas de la tercera edad con problemas de salud.
En una rueda de prensa virtual, varios familiares dijeron el martes que del 30 de diciembre al 2 de enero visitaron a sus parientes recluidos en una cárcel conocida como “El Chipote” y situada en la zona sureste de Managua. Fue la cuarta visita autorizada tras seis meses de arresto.
Entre los detenidos figuran siete aspirantes a la presidencia arrestados tras anunciar sus intenciones de disputarle el poder a Daniel Ortega en los comicios del 7 de noviembre. El mandatario sandinista de 76 años, que gobernó por primera vez en la década de 1980, se prepara para iniciar un cuarto mandato consecutivo el próximo 10 de enero junto a su esposa Rosario Murillo, reelegida vicepresidenta.
“La salud de las personas de la tercera edad está en situación crítica. Nos alarma la pérdida de casi 90 libras de peso de (el excanciller) José Pallais y su estado de debilidad física que le ha llevado a sufrir dos desmayos”, dijeron los familiares en un comunicado.
Según el informe, la líder opositora Violeta Granera, de 70 años, “ha perdido dientes, se le dificulta comer y tiene manchas rojas en la cara por falta de sol”, mientras que el exembajador ante la OEA Edgar Parrales “carece de intestino grueso, tiene una hernia y ha perdido 12 libras en 40 días”.
De acuerdo con el documento, los guardias del penal mantienen a algunos reos con la luz encendida las 24 horas y a otros en penumbras. A la mayoría no se le permite el ingreso de colchas o abrigos a las celdas, muchas de las cuales son pequeñas, con camas de cemento y colchonetas deterioradas que les provocan lesiones en la piel y dolores musculares.
La abogada Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), afirmó que “El Chipote” funciona como “un centro de torturas”. Agregó que el aislamiento, la incomunicación y la mala alimentación constituyen “tratos inhumanos y degradantes” que a la postre causan deterioro físico, mental y emocional a los prisioneros.
Núñez dijo que a la periodista y aspirante presidencial Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios (1990-1996) y que está en casa por cárcel desde el 2 de junio, no se le permite comunicarse con el exterior y hay policías dentro de su propiedad, lo que según dijo “viola las normas del arresto domiciliario”.
La ONG de Núñez fue clausurada en diciembre de 2018, tras las protestas que estallaron en abril y que el gobierno calificó como “un fallido golpe de Estado”. Éstas dejaron un saldo de 355 muertos, más de 2.000 heridos, 1.600 detenidos en distintos momentos y más de 103.000 exiliados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Según la CIDH y la oposición nicaragüense, la cifra de “presos políticos” supera los 170.
Ortega acusa a los detenidos de ser “criminales” que intentaron derrocar a su gobierno. “Tenemos presos a los terroristas, a los que financiaban el terrorismo y querían financiar nuevas actividades terroristas, lavando dinero enviado por los Estados Unidos con el cuento de que financiaban a organismos no gubernamentales”, dijo en diciembre pasado durante una visita a Cuba.
Murillo informó el lunes que la investidura de Ortega se realizará el 10 de enero en la plaza de la Revolución, en el viejo centro de Managua. No ofreció detalles de la ceremonia que se transmitirá en cadena nacional. “Ahí estaremos levantando todos con orgullo, porque hemos vencido la maldad, el odio, hemos vencido la discordia, el conflicto, la separación”, aseguró.