EEUU insta a personal de casas de ancianos a ir por refuerzo
WASHINGTON (AP) — Funcionarios federales de salud presionaron el jueves al personal de casas para ancianos a administrarse la vacuna de refuerzo en medio de un aumento de casos de COVID-19 entre empleados y un rezago preocupante en la vacuna de refuerzo en residentes y personal.
La variante ómicron “es súper rápida y no podemos darnos el lujo de otro aumento de COVID-19 en las casas para ancianos”, dijo el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, en un llamado a la industria transmitido en vivo. “Lo saben ustedes. Lo sé yo. Los números más elevados de casos de COVID probablemente volverán a tener un impacto devastador en nuestros seres queridos”.
Las casas de ancianos ponen a prueba la afirmación del presidente Joe Biden de que Estados Unidos está mucho mejor preparado comparado con el invierno pasado para lidiar con un aumento de infecciones. Aunque los residentes son una pequeña parte de la población, representan una parte desproporcionada de estadounidenses que han muerto en la pandemia del coronavirus. Hace unos meses, la llegada de la vacuna controló el virus en las casas para ancianos y permitió que volvieran a abrir a visitas. Pero ese regreso a la normalidad podría estar en juego conforme la variante ómicron provoca que los casos de COVID-19 lleguen a cifras récord.
Los casos en los empleados de albergues pasaron a 10.353 en la semana que terminó el 27 de diciembre, un aumento de casi 80% comparado con la semana previa, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Entre los residentes, quienes están más vacunados, los casos aumentaron ligeramente y los datos no mostraron un aumento de muertes.
Con expertos médicos indicando que una vacuna de refuerzo es crítica para protegerse de ómicron, Becerra dijo que sólo 57% de los residentes de las casas para ancianos y 25% de los empleados han recibido el refuerzo. Eso está claramente debajo de la tasa de las vacunas de refuerzo de casi 66% en las personas de 65 años o más, y de aproximadamente 45% en la población adulta, según datos de la Casa Blanca.
“Eso tiene que cambiar”, sostuvo Becerra.