Nicaragua: gobierno ocupa bienes de Taiwán en Managua
MANAGUA (AP) — El gobierno de Nicaragua ocupó en las últimas horas el edificio que pertenecía a la embajada de Taiwán en Managua y otros bienes de esa clausurada sede diplomática para entregárselos al gobierno de China, con el cual restableció relaciones a inicios de este mes.
En un comunicado emitido la noche del domingo, la Procuraduría General de la República confirmó versiones de prensa que aseguraban que las autoridades habían tomado posesión de la sede diplomática desocupada el 23 de diciembre, dos semanas después de que el gobierno de Daniel Ortega rompiera relaciones con Taipéi.
La decisión se conoció después de que un vocero de la Iglesia católica reveló a un medio local que el gobierno de Taiwán les había donado el citado edificio, situado en una zona lujosa de la capital.
“El reconocimiento de una sola China implica el inmediato registro de todos los bienes inmuebles, muebles, equipos y medios a favor del Estado reconocido, la República Popular China, con absoluta e irrestricta propiedad y dominio”, señaló el comunicado publicado en el portal oficial El 19 Digital.
Agregó que, por lo tanto, “no caben transacciones, traslados o traspasos (entre éstas, supuestas donaciones) cuya intención sólo evidencia la naturaleza ilegal y voraz de quienes pretenden con maniobras y subterfugios apropiarse de lo ajeno”.
El vicario de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Carlos Avilés, había dicho al diario La Prensa que antes de irse del país "todos sus bienes, entre ellos estaba el edificio, (los diplomáticos taiwaneses) lo ofrecieron a la Arquidiócesis y la Arquidiócesis le dijo que no había ningún problema, pero aún están en esas cuestiones jurídicas del traspaso”.
En un comunicado en su página de internet, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán condenó “enérgicamente las acciones gravemente ilícitas del régimen de Ortega” al ordenar que su embajada en Nicaragua “se retirara dentro de dos semanas, lo que no se corresponde con la práctica internacional y desconoce las disposiciones del derecho internacional”. Agregó que “condena además la obstrucción arbitraria por parte del gobierno de Nicaragua de la venta simbólica de su propiedad a la Iglesia católica en Nicaragua”.
Ortega rompió relaciones con Taipéi de forma sorpresiva el 9 de diciembre y al día siguiente las restableció con Beijing, con cuyo gobierno había mantenido un estrecho vínculo diplomático durante la primera administración sandinista (1979-1990). El argumento oficial fue que Managua reconoce la existencia de “una sola China”.