París festeja el centenario del Bloody Mary
PARÍS (AP) — El Harry’s Bar festeja el centenario del Bloody Mary, el cóctel de vodka y jugo de tomate que se cree se inventó en esa emblemática taberna de París en 1921.
Los eventos del centenario esta semana constituyen una agradable distracción ante la inminencia de un invierno sombrío y los temores por la variante ómicron del coronavirus.
El bar verifica cuidadosamente los certificados de salud de los visitantes extranjeros que quieren saborear el famoso trago en Harry’s, entre cuyos parroquianos a lo largo del siglo pasado se encontraban los escritores Ernest Hemingway y F. Scott Fitzgerald.
Franz-Arthur MacElhone, bisnieto del fundador del bar, relató diversas leyendas sobre el origen del nombre del trago. Según la historia del bar, el barman Fernand Petiot inventó el cóctel y la receta apareció por primera vez en un libro publicado en 1921 llamado “Harry’s ABC of Cocktails”.
El bar estima que sirve unos 12.000 Bloody Marys cada año.
El barman Dante Agnelli demostró la manera de preparar el trago, ingrediente por ingrediente: sal y pimienta, salsa marca Tabasco, salsa marca Worcestershire, jugo de limón, vodka y jugo de tomate.
“Esta es una bebida clásica”, declaró Agnelli.
“Se hace directamente en el vaso”, explicó Agnelli detrás de la misma barra en la que Petiot primero ensayó la receta hace 100 años, en el umbral de la década de 1920.
Harry’s Bar tiene planeada una ceremonia en honor al Bloody Mary el jueves en la noche, pese a los temores del ómicron y al reciente aumento de casos en Francia.
Franz-Arthur MacElhone aseguró que la ceremonia se apegará a las normas establecidas: se revisará el carnet de vacunación, se entregará líquido desinfectante y todo el personal vestirá la mascarilla.
En días recientes el gobierno francés expandió la lista de lugares donde se deberá presentar el carnet de vacunación, incluyendo todos los restaurantes y más eventos y teatros. Para obtener el pase, la persona debe comprobar que está totalmente vacunada, o que ha dado negativo a COVID-19 hace menos de 24 horas o que se haya recuperado del virus recientemente.
Las medidas sanitarias son el único cambio visible dentro del bar que otrora estuvo ubicado en la Séptima Avenida de Nueva York hasta que fue desmantelado y reconstruido en el centro de París en 1911.
Para los clientes, la decoración anticuada es fuente de tranquilidad, especialmente en estos tiempos de incertidumbre debido a la pandemia.
“Una vez que entras, afuera quedaron tus preocupaciones”, comentó Ihab Hassan, un empresario retirado, originalmente de Egipto, y que lleva viniendo al bar desde la década de 1970.