Jaguars despiden a su entrenador tras apenas 13 partidos
JACKSONVILLE, Florida, EE.UU. (AP) — Urban Meyer nunca encajó en la NFL.
Sus arengas. Sus métodos. Hasta sus modos iban contra corriente a lo que se considera una conducta normal en una liga repleta de profesionales y adulto. Provocaba roces con todos: asistentes, jugadores y eventualmente con sus jefes.
El caótico ciclo de Urban Meyer en la NFL terminó después de apenas 13 partidos — con dos victorias — cuando los Jaguars de Jacksonville le despidieron el jueves por la madrugada, tras una serie de tropiezos dentro y fuera del terreno.
El dueño Shad Khan tomó la decisión unas horas después de que Josh Lambo, exjugador de Jacksonville, dijo a un diario de la Florida que Meyer lo pateó durante una práctica en agosto.
Fue otro episodio bochornoso para el entrenador, tres veces campeón nacional en el nivel universitario, quien fracasó en su intento de lograr la transición a la NFL.
“Después de deliberar durante varias semanas y un análisis a fondo de toda la etapa de Urban con nuestro equipo, estoy amargamente decepciondo de haber llegado a la conclusión que un cambio inmediato era imperativo para todos", dijo Khan en un comunicado. “Le informó a Urban del cambio. Como señalé en octubre, recuperar la confianza y el respeto era esencial. Lamentablemente, no se pudo dar".
Meyer se une al exentrenador de Atlanta, Bobby Petrino, como los estrategas universitarios cuyas carreras en la NFL naufragaron con una rapidez increíble.
Petrino renunció en diciembre de 2007 para tomar las riendas de Arkansas. En aquel momento tenía un récord de 3-10.
Meyer se marcha sin completar la campaña, con un registro de 2-11. Los Jaguars se volvieron absolutamente inofensivos tras su semana de descanso.
Promediaron apenas 9,1 puntos en los últimos siete duelos bajo el mando de Mayer, Los últimos cinco compromisos de esa racha terminaron en derrota.
El coordinador ofensivo Darrell Bevell fungirá como interino durante los últimos cuatro duelos de la campaña, comenzando con el del domingo ante Houston (2-11).
Los problemas de Meyer fueron incluso peores fuera del emparrillado. Trató de manejar a un equipo profesional como si estuviera en un campus universitario.
Los letreros y conferencias motivacionales contrastaron con su insistencia en culpar a los asistentes por las derrotas, en lugar de responsabilizar a los adultos que estaban jugando.
A finales de septiembre, tras un partido de jueves por la noche en Cincinnati, Meyer decidió quedarse con su familia en vez de volar de regreso con el equipo.
La noche siguiente, fue captado en video mientras una mujer semidesnuda bailaba frente a él dentro de un bar de Columbus, Ohio.