EEUU: Conservadores ansían que Corte Suprema aborde aborto
Ha llegado el momento que tanto esperaban los conservadores.
Los argumentos orales del miércoles en la Corte Suprema de Estados Unidos representan la mejor oportunidad que han tenido en décadas los líderes de la derecha para dar marcha atrás a la histórica decisión de 1973 en el caso Roe contra Wade, que codificó el derecho constitucional de la mujer a interrumpir su embarazo antes de que un feto pueda sobrevivir fuera del útero.
Si tienen éxito, podría validar años de trabajo minucioso que, en última instancia, transformó al Partido Republicano, que pasó de ser una alianza de líderes favorables a los negocios a una coalición de conservadores culturales y evangélicos que convirtieron la cuestión del aborto en un punto de debate nacional.
Incluso si los jueces no anulan explícitamente el precedente Roe contra Wade, podrían abrir la puerta a una serie de nuevas restricciones que complacerían a la derecha.
Animados por un tribunal que ahora está dominado por una mayoría conservadora por 6-3, algunos de los principales republicanos ya expresaban su confianza el martes.
“Estamos pidiendo al tribunal en términos inequívocos que haga historia”, dijo durante un discurso en Washington el exvicepresidente Mike Pence, quien ha estado sentando las bases para buscar la presidencia en 2024.
“Estamos pidiendo a la Corte Suprema de Estados Unidos que revoque el caso Roe contra Wade y restablezca la santidad de la vida en el centro de la ley estadounidense”.
Los magistrados sopesarán una ley de Mississippi que prohíbe el aborto después de las 15 semanas de gestación, con limitadas excepciones, lo que es mucho antes del actual punto establecido de “viabilidad”: en torno a las 24 semanas. El tribunal también valorará las impugnaciones a una ley de Texas que prohíbe el aborto después de apenas seis semanas de gestación, antes de que muchas mujeres sepan siquiera que están embarazadas.
El tribunal podría decidir mantener el precedente actual, podría ratificar la ley en cuestión —eliminando de facto el actual criterio de viabilidad_, o podría anular por completo la sentencia Roe contra Wade.
“Esta es la primera vez que cuentan con una clara mayoría de jueces de tendencia provida”, dijo Carol Sanger, una experta en derechos reproductivos de la Escuela de Derecho de Columbia. “Así que tienen los votos si deciden utilizarlos”.
La decisión del tribunal, que se espera para finales de junio, podría cambiar drásticamente las elecciones de mitad de periodo del próximo año, proporcionando una nueva fuerza de motivación para los demócratas, que apoyan en gran medida el derecho al aborto y que han tenido dificultades para cerrar filas en torno al tema este año.
Si el Roe contra Wade es anulado, ello “sin duda dará impulso a los esfuerzos de los conservadores en muchos estados para elaborar leyes que creen que no se habrían mantenido en el marco de Roe”, dijo en un correo electrónico William Martin, un profesor de religión y política pública en la Universidad Rice que ha estudiado el crecimiento del movimiento antiaborto.
“Los conservadores considerarán que con esto se consigue un objetivo largamente buscado, pero puede tener un alto costo, ya que los republicanos probablemente ya cuentan con la mayoría de los votantes para quienes la oposición al aborto es la prueba de fuego definitiva”.
Aun así, para los activistas conservadores, el caso es la culminación de décadas de trabajo eligiendo legislaturas estatales republicanas, promulgando nuevas barreras al acceso al aborto y apoyando a los jueces antiabortistas, incluida la nueva mayoría conservadora de la Corte Suprema federal.
“Mañana la Corte Suprema escuchará el caso más importante para el movimiento provida en dos generaciones”, dijo Marjorie Dannenfelser, presidenta de la Lista Susan B. Anthony, un grupo antiabortista que patrocinó el discurso de Pence y que planea gastar 10 millones de dólares en anuncios televisivos y digitales en Washington y en los estados en disputa para promover el caso.