El desencanto de un afgano que intenta llegar a la UE

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El desencanto de un afgano que intenta llegar a la UE
El refugiado afgano Ibrahim Rasool (izq) fotografiado en un campamento de migrantes cerca de Velika Kladusa, del lado bosnio de la frontera con Croacia, el 13 de noviembre del 2021. (AP Photo/Edvin Zulic)

VELIKA KLADUSA, Bosnia-Herzegovina (AP) — A Ibrahim Rasool le encanta su trabajo como árbitro de fútbol, por el deporte en sí y porque le gusta imponer el juego limpio. Pero este afgano de 33 años dice que no hay nada limpio en el trato que la Unión Europea da a la gente que se agolpa frente a sus fronteras en busca de una vida mejor.

Rasool dijo a la Associated Press que la policía de Croacia ignoró los ruegos de una mujer embarazada y de familias con hijos pequeños, y lo deportó junto con otras 16 personas, enviándolos de nuevo a Bosnia luego de que lograsen ingresar a esa nación de la Unión Europea.

Rasool mostró videos que dijo había filmado en una camioneta de la policía croata y en un bosque en territorio croata, junto a la frontera con Bosnia. La policía croata insultó a las personas que querían ingresar a Croacia y les dijo que se volviesen a Afganistán, según Rasool.

La policía croata no respondió a consultas de la AP sobre este episodio ocurrido supuestamente el 10 de noviembre.

“La policía no prestó atención a los niños, a la mujer embarazada, a las mujeres, a nadie”, dijo Rasool. “Nos mostraron sus armas. Nos dijeron ‘no se muevan, deténganse, somos la policía’”.

El video de Rasool muestra personas apiñadas en una camioneta, incluidas mujeres y niños pequeños. En un video en un bosque hay hombres que transportan a una mujer aparentemente embarazada en una frazada. La veracidad de los videos no pudo ser comprobaba en forma independiente.

Rasool sostuvo que la policía croata le dijo al grupo que en la UE no había espacio para los afganos y que los trató de “animales” y “mugrientos”.

La policía croata ha sido acusada en numerosas ocasiones de apelar a la violencia para impedir el ingreso de migrantes y refugiados. La Corte Europea de Derechos Humanos falló la semana pasada en contra de Croacia en un caso del 2017, en el que falleció una niña afgana de seis años atropellada por un tren.

Si bien las autoridades croatas tuvieron que suspender el mes pasado a tres oficiales de la policía que fueron filmados golpeando a migrantes con sus bastones y obligándolos a salir de territorio croata, niegan que haya abusos sistemáticos de migrantes en la frontera.

Rasool y su grupo están varados en un improvisado campamento cerca de Valika Kladusa, ciudad bosnia próxima a la frontera. No hay ningún tipo de instalación allí, solo carpas precarias, pero Rasool dice que es mejor que otros campamentos oficiales de migrantes. “Aquí al menos somos libres”, afirmó.

Rasool se fue de Afganistán hace cuatro años. Primero a Irán, después a Turquía y Grecia. Llegó a Bosnia hace dos meses a través de Albania y Montenegro, después de permanecer en Grecia más de tres años. Pese a haber sido rechazado varias veces por los guardias croatas, dice que él y sus compañeros volverán a intentar el cruce.

Quienes logran ingresar a Croacia, tratan de seguir a Italia o Eslovenia, y de allí a otras naciones ricas de Europa occidental. Varios miles de personas permanecen varadas en los Balcanes, tratando de llegar a la UE.

“No podemos quedarnos en Bosnia porque va a hacer mucho frío”, dijo Rasool, quien mostró a la AP copias de certificados para árbitros aprobados por la FIFA y fotos de algunos de los cientos de partidos de futsal que dirigió en Afganistán.

Dijo que se fue del país por discrepancias con las autoridades que manejaban el fútbol en Afganistán.

“Quiero seguir haciendo mi trabajo, reanudar una vida normal”, expresó “No me importa en qué país”.

En Grecia Rasool dirigió equipos de refugiados, según contó. En Bosnia se lo ve jugando al fútbol con niños y con adultos. Dice que regresar a Afganistán está totalmente descartado ahora que se fueron las fuerzas de la OTAN y el Talibán está en el poder.

Las esperanzas de Rasool de llevar una vida mejor en Occidente fueron sacudidas por el trato que recibió en la frontera con Croacia. La cuarta vez que intentó el cruce, la policía se quedó con su dinero y se rio de él y de sus acompañantes.

“Les robaron a refugiados”, expresó. “Piensan que somos animales, no seres humanos”.

Afirmó que el Talibán, Croacia y otros gobiernos de la UE están jugando con la vida de la gente.

“Si la UE acepta esta” actitud de los guardias fronterizos de Croacia, se lamentó, entonces no son mejores que el Talibán.

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