Bélgica endurece medidas ante repunte de casos de COVID-19
BRUSELAS (AP) — Bélgica amplió el miércoles el uso de mascarillas y el trabajo a distancia obligatorio en un intento por contener un nuevo repunte de casos de coronavirus.
“Las señales de alarma están en rojo”, señaló el primer ministro Alexander De Croo.
El primer ministro añadió que el uso obligatorio de mascarillas en sitios concurridos incluiría a partir de ahora a todas las personas mayores de 10 años y comentó que, en la medida de lo posible, se realice trabajo a distancia de manera obligatoria durante cuatro de los cinco días de la semana laboral hasta el 12 de diciembre.
Hasta ahora, el uso de mascarillas estaba limitado a las personas mayores de 12 años y el trabajo a distancia era únicamente una recomendación, sin ser obligatorio. Se impondrán de forma inminente medidas especiales adaptadas para combatir el COVID-19 en las escuelas, añadió el primer ministro.
El gobierno también endureció las normas en los clubes nocturnos, restaurantes y bares, y ahora será necesario el uso de mascarillas o mostrar una prueba diagnóstica a coronavirus con resultado negativo para ingresar a dichos establecimientos. Además se llevará a cabo una revisión obligatoria del estatus de vacunación.
“Si queremos evitar otro confinamiento, tenemos que mostrar un sentido de responsabilidad”, dijo De Croo.
Las medidas reflejan acciones similares que se han implementado en varias naciones europeas en donde el virus ha vuelto a causar estragos en la última semana. La Organización Mundial de la Salud señaló que Europa es la única región del mundo donde las muertes por COVID-19 van en aumento.
Los casos de coronavirus en Bélgica, una nación con 11 millones de habitantes, aumentaron 27% en la última semana y superaron los 10.000 al día. Las hospitalizaciones subieron un 21% en el mismo periodo, mientras que la ocupación de las camas de terapia intensiva incrementó un 28% hasta llegar a 557 pacientes.
Bélgica se enfrenta nuevamente a una crisis provocada por el coronavirus a pesar que el 76,1% de la población está vacunada, incluido el 88% de los adultos, una de las tasas más altas de los 27 países de la Unión Europea.