Agencia alemana suspende la certificación de gasoducto ruso
BERLÍN (AP) — La reguladora de la red energética alemana indicó el martes que había suspendido la certificación del nuevo gasoducto Nord Stream 2, que llevaría gas ruso a Alemania a través el Mar Báltico, por un problema con la situación de la compañía según la legislación alemana.
La construcción del Nord Stream 2 concluyó este año, pero el gasoducto aún no está operativo. Es un proyecto controvertido al que se han opuesto Ucrania y Estados Unidos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo este mes que su país podría aumentar con rapidez las reservas de gas natural en la Unión Europea una vez los reguladores alemanes permitieran que la nueva infraestructura comenzara a funcionar. Los precios de la energía se han disparado en Europa, que importa buena parte de su gas natural de Rusia. El encarecimiento ha golpeado a hogares y negocios.
En un primer momento no estaba claro hasta qué punto podría demorarse la puesta en marcha del ducto por la decisión de la agencia alemana, la Bundesnetzagentur, de suspender el proceso de certificar a Nord Stream 2 AG como operador independiente de transmisión. La ley requiere ese paso para transportar el gas.
“Tras un exhaustivo análisis de la documentación, la Bundesnetzagentur concluyó que sólo sería posible certificar un operador del ducto Nord Stream 2 si ese operador estuviera instituido de forma legal bajo la legislación alemana”, indicó la agencia en un comunicado.
La compañía que operaría el sistema tiene su sede en Zug, Suiza, y “ha decidido no transformar su composición legal actual, sino encontrar una filial bajo la ley alemana sólo para administrar la parte alemana del ducto”, añadió. Esa firma se convertiría en propietaria y operadora del tramo alemán del ducto.
La agencia dijo que la certificación seguirá suspendida “hasta que los principales activos y recursos humanos se hayan trasladado a la filial” y pueda verificar que la documentación está completa.
El Nord Stream 2, propiedad del gigante del gas Gazprom -controlada por el estado ruso- con inversión de varias empresas europeas, se construyó bajo el Mar Báltico y evita pasar por Polonia y Ucrania, que se han opuesto al proyecto.
Estados Unidos se ha opuesto con firmeza a la construcción del ducto, pero en julio llegó a un acuerdo con Alemania para permitir que se completara la obra sin imponer sanciones a entidades alemanas.