Gran Bretaña autoriza la píldora de Merck contra el COVID-19
LONDRES (AP) — Gran Bretaña autorizó el jueves de manera condicional el antiviral de Merck contra el nuevo coronavirus, la primera píldora que ha demostrado tratar con éxito el COVID-19. Es el primer país que daba luz verde al tratamiento, aunque de momento no estaba claro cuándo estaría disponible el fármaco.
La píldora se autorizó para adultos a partir de 18 años que hubieran dado positivo a COVID-19 y tuvieran al menos un factor de riesgo para desarrollar enfermedad grave, tales como obesidad o enfermedades cardiacas. Los pacientes con síntomas leves a moderados de la enfermedad deberán tomar cuatro píldoras del medicamento, llamado molnupiravir, dos veces al día durante cinco días.
Una píldora antiviral que reduce los síntomas y acelera la recuperación podría ser trascendental, al reducir la carga sobre los hospitales y ayudar a frenar brotes en países más pobres con sistemas de salud más frágiles. También reforzaría la estrategia en dos frentes contra la pandemia: tratamiento con medicación y prevención, principalmente a través de vacunas.
El molnupiravir está a la espera de autorización en Estados Unidos, la Unión Europea y otros lugares. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) dijo el mes pasado que reuniría a finales de noviembre un comité de expertos independientes para analizar la inocuidad y efectividad del medicamento.
Los suministros iniciales serán limitados. Merck ha dicho que puede producir 10 millones de rondas de tratamiento hasta final de año, pero buena parte de eso ha sido ya reservado por gobiernos de todo el mundo.
Las autoridades británicas anunciaron en octubre que habían asegurado 480.000 tratamientos y esperaban que miles de británicos vulnerables tuvieran acceso al medicamento este invierno a través de un estudio nacional.
“Hoy es un día histórico para nuestro país, ya que Gran Bretaña es ahora el primer país del mundo en aprobar un antiviral para el COVID-19 que puede tomarse en casa”, dijo el secretario británico de Salud, Sajid Javid.
“Trabajamos al unísono en todo el gobierno y con el Servicio Nacional de Salud para trazar los planes para llevar el molnupiravir a los pacientes a través de un estudio nacional lo antes posible”, dijo en un comunicado. Los médicos han señalado que el tratamiento sería especialmente útil para personas que no responden bien a la vacunación.
Merck y su socio Ridgeback Biotherapeutic han pedido a agencias reguladoras que autoricen el fármaco para tratar a adultos con cuadros de leves a moderados de COVID-19 que estén en riesgo de desarrollar una enfermedad grave o ser hospitalizados. Es aproximadamente el mismo grupo al que se trata con antivirales contra el COVID-19 por vía intravenosa, el tratamiento estándar en muchos países para pacientes que aún no requieren hospitalización.
Merck anunció en septiembre resultados preliminares que mostraban que su medicamento reducía a la mitad las hospitalizaciones y muertes en pacientes con los primeros síntomas de COVID-19. Los resultados aún no han sido revisados por pares ni publicados en una revista científica.
La farmacéutica tampoco publicó detalles sobre los efectos secundarios del molnupiravir, salvo para señalar que su incidencia era similar entre las personas que recibieron los fármacos y las que recibieron placebos.
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Matthew Perrone informó desde Washington.