Washington expulsa de EEUU a una operadora móvil china
BEIJING (AP) — Las autoridades reguladoras estadounidenses expulsarán de su mercado a una división de China Telecom Ltd., una de las tres grandes operadoras estatales chinas y a la que consideran una amenaza de seguridad nacional, en medio de crecientes tensiones con Beijing.
China Telecom (Americas) Corp. debe dejar de proporcionar servicios en Estados Unidos, tanto nacionales como internacionales, en 60 días, según una orden aprobada el martes por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés). La FCC mencionó el riesgo de que Beijing pudiera utilizar a la empresa para espiar o interferir con las comunicaciones estadounidenses y “participar en espionaje y otras actividades dañinas contra Estados Unidos”.
El gobierno de Biden ha continuado los esfuerzos emprendidos por su predecesor, Donald Trump, de limitar el acceso a tecnología y mercados a empresas estatales chinas por temor a que supongan riesgos de seguridad o contribuyan a desarrollo militar. China Telecom fue una de las firmas expulsadas de las bolsas estadounidenses por una orden de Trump que prohibía a los estadounidenses invertir en ellas.
La FCC dijo en 2019 que tenía previsto revocar por motivos de seguridad licencias concedidas dos décadas antes a China Telecom y otra operadora estatal, China Unicom Ltd. Rechazó una solicitud de licencia de una tercera compañía, China Mobile Ltd.
“La titularidad y el control del gobierno chino sobre China Telecom Americas aumenta de forma significativa los riesgos de seguridad nacional y aplicación de la ley”, indicó la FCC en un comunicado.
La conducta y las comunicaciones de las agencias del gobierno estadounidense “demuestran una falta de honestidad, confiabilidad y fiabilidad”, dijo la FCC sin dar detalles.
El gobierno chino ha dicho que tomará medidas para proteger a sus empresas, aunque aún no ha anunciado represalias por su situación en el mercado estadounidense.
Las operadoras están en una lista negra del gobierno estadounidense de entidades a las que el Pentágono considera implicadas en desarrollo militar. Otras son empresas estatales de petróleo, proveedores de procesadores y tecnología de video, así como constructoras, firmas aeroespaciales, navieras y de equipamiento de energía nuclear.