Carlos Ghosn decidido a dar batalla y limpiar su nombre
TOKIO (AP) — Carlos Ghosn, el estelar ejecutivo de la industria automotriz caído en desgracia al ser acusado de corrupción hace tres años, no tiene la menor intención de jubilarse y hacer una vida tranquila, lejos del candelero.
El exdirector del conglomerado Nissan-Renault se escapó al Líbano a fines del 2019, mientras estaba en libertad bajo fianza, luego de ser acusado de manejos financieros ilegales. En una reciente entrevista con la Associated Press, Ghosn se mostró confiado, revitalizado, decidido a limpiar su reputación.
“Lo voy a hacer. Voy a defender mis derechos mientras tenga energía”, expresó Ghosn, de 67 años, en una conversación vía Zoom desde su casa en Beirut. “Esto no se terminó”, aseguró.
Ghosn hizo una fuga de película de Japón, escondido en un contenedor de carga en un avión privado. Brasileño de origen libanés, Ghosn se refugió en el Líbano, que no tiene tratado de extradición con Japón.
Dice que está tratando de hacer que la Interpol retire la orden internacional de arresto que libró en su contra, pues quiere poder salir del Líbano. Ese trámite, sin embargo, es burocrático y largo.
Fiscales japoneses afirman que seguirán tratando de juzgarlo por no declarar el total de sus compensaciones y por usar dinero de Nissan con fines personales. Él niega esos cargos.
Japón tiene tratados de extradición con Estados Unidos y Corea del Sur, y los fiscales dicen que buscarán la asistencia de otros países, incluidos Brasil y Francia, si Ghosn viaja allí.
Al margen de los problemas que enfrenta en Japón, Ghosn está siendo investigado también en Francia y Nissan Motor Co. lo demandó en Japón por supuestas irregularidades financieras. Los fiscales japoneses no quieren que Ghosn sea juzgado en el Líbano.
Cuando Nissan se fusionó con Renault, Ghosn fue enviado a Japón, en 1999, para tratar de sacar a la firma japonesa del borde del precipicio. Bajo su conducción, Nissan terminó generando más ganancias que la misma Renault. La sociedad se expandió e incorporó a Mitsubishi Motors Corp. y otras firmas. Nissan es propietaria del 15% de las acciones de Renault, que a su vez es dueña del 43% del paquete accionario de Nissan. El gobierno francés tiene un 15% de las acciones de Renault.
Analistas calculan que la sociedad entre Nissan y Renault perdió miles de millones de dólares en capitalización, ventas e imagen por el escándalo de Ghosn. Nissan espera generar ganancias este año fiscal, después de sufrir pérdidas los dos últimos años.
Aaron Ho, analista de CFRA Research, con sede en Nueva York, estima que Nissan se rezagó en un sector automotriz extremadamente competitivo debido al escándalo de Ghosn.
“Mientras Nissan no resuelva sus problemas internos y se enfoque nuevamente en registrar progresos tangibles —lo que toma mucho tiempo, y mucho tiempo ha sido desperdiciado— para generar interés (en sus productos), no se puede ser optimista”, opinó Ho.
Ghosn sostiene que las acusaciones en su contra son producto de una lucha interna en la junta directiva de Nissan, una “conspiración” de ejecutivos alarmados por la fusión con Renault, que convencieron a las autoridades japonesas de que la emprendiesen contra él.
“Tengo una sola forma de describirlo: Hay hampones dentro de Nissan”, declaró.
Nissan, que denunció a Ghosn ante la justicia, no habla del tema.
Declaraciones de testigos en el juicio de Greg Kelly, un ex ejecutivo de Nissan detenido al mismo tiempo que Ghosn, revelan que Nissan, efectivamente, se puso en contacto con los fiscales.
El caso en contra de Ghosn y Kelly gira en torno a un complicado plan para compensar a Ghosn cuando se jubilase por un recorte en sus ingresos que tuvo a partir del 2009, cuando la revelación de los pagos a los altos ejecutivos pasó a ser un requisito legal en Japón.
Los fiscales dicen que Ghosn violó las leyes al no declarar esa compensación, que él nunca recibió en realidad ni fue acordada formalmente. Kelly dice que es inocente y que estaba tratando de buscar formas de compensar a Ghosn para que no se fuese.
Irónicamente, Ghosn dice que el dinero que teóricamente no declaró contemplaba su retiro en el 2018, el año en que fue detenido.
Ghosn no da la impresión de ser un jubilado. Trabaja en películas, da clases de administración, ofrece asesoría a otras empresas y colabora en una investigación de una universidad sobre el fenómeno de la difamación.
“Libros, libros y más libros”, dijo Ghosn cuando se le preguntó en qué otras cosas estaba trabajando.
Publicó el libro “La hora de la verdad” en el 2020 y está escribiendo otro sobre su odisea, junto con su esposa, que también es buscada en Japón.
Defensores de los derechos humanos y detractores del sistema legal de Japón dicen que en ese país las personas permanecen detenidas durante varios días sin acceso a un abogado, en confinamiento solitario en celdas minúsculas. El 99% de los imputados son hallados culpables y hay quienes dicen que ello se debe en parte a confesiones forzadas.
“Algo que podría hacer por Japón es pelear junto a todos aquellos que se oponen a esa toma de rehenes por parte del sistema legal”, dijo Ghson.
Su auto sigue siendo un Nissan, el modelo Patrol en el que trabajó él mismo y que es popular en el Medio Oriente.
Asegura que jamás pensó que podía tener los problemas que enfrenta ahora.
“Si alguien me hubiese dicho que sería arrestado, me hubiera reído”, expresó. “Hubiera dicho que estaba bromeando”.
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Yuri Kageyama está en https://twitter.com/yurikageyama