Exjefe FARC regresa a Colombia tras ser retenido en México
BOGOTÁ (AP) — Rodrigo Granda, excomandante de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), volvió a Colombia el miércoles horas después de permanecer retenido en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México tras una serie de valoraciones que llevaron a las autoridades mexicanas a dejarlo salir del país.
Inicialmente, un funcionario federal mexicano dijo la víspera a The Associated Press que Granda había sido detenido tras recibir una notificación de Interpol y poco después el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, señaló que fue a petición de Paraguay, donde el exjefe de las FARC es considerado cómplice del secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas, cometido en 2005.
Sin embargo, otra fuente del gobierno federal mexicano que también habló bajo condición de anonimato para referirse al tema, dijo el miércoles a AP que Granda no fue arrestado sino retenido en el área migratoria del aeropuerto mientras se analizaba su situación.
Explicó que tras analizarse el caso de Granda las autoridades mexicanas decidieron “reconsiderar” su situación y permitirle entrar al país, donde tenía previsto participar en un seminario organizado por un partido político mexicano. No obstante, añadió que Granda prefirió regresar la madrugada del mismo miércoles a Colombia.
Desde el aeropuerto El Dorado, en Bogotá, Granda dijo a la prensa que es “falso” que haya sido detenido por las autoridades en México y que en cambio le fueron brindadas “todas las posibilidades”, sin aclarar el procedimiento que se llevó a cabo.
“No ha pasado nada del otro mundo, simplemente siguen las provocaciones contra el proceso de paz... simplemente alguna gente muy influyente del gobierno colombiano activó una orden dormida de Interpol”, agregó Granda, quien aterrizó en vuelo 187 de Avianca.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó el miércoles que la alerta de Interpol para la retención de Granda fue emitida cuando la delegación de excombatientes colombianos estaba en vuelo. Previo al inicio del viaje el Instituto Nacional de Migración y el Centro Nacional de Inteligencia de México “confirmaron que no había registro de alertas migratorias u otros posibles problemas”.
El gobierno mexicano confirmó que tras gestiones internas le notificaron a Granda que podía ingresar al país, pero fue el colombiano quien decidió retornar a Colombia a la 1:35 del 20 de octubre.
“Las autoridades de Paraguay se comunicaron con México para solicitar la detención y extradición a Paraguay del Sr. Granda durante la noche del 19 de octubre. Sin embargo, el interesado ya salió de México antes de que la petición pudiera ser considerada”, agregó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Interpol Colombia aseguró el martes a través de Twitter que Granda fue informado de dicha notificación roja el 28 de septiembre en respuesta a una solicitud de información realizada por el excomandante. “Señalándole que la información de esta notificación depende exclusivamente de la OCN (Oficina Central Nacional) Interpol Paraguay y la Secretaría General de Interpol... Colombia no está facultada para modificar, aclarar o anular la información publicada por otro país", indicó Interpol.
Sin embargo, Granda aseguró que antes de viajar a México acudió a Interpol para verificar su situación y no “aparece absolutamente nada”.
Granda estaba autorizado a salir de Colombia entre el 19 y el 26 de octubre para asistir al XXV Seminario Internacional “Los Partidos y la Nueva Sociedad” que se realizará en la Ciudad de México.
Por ser un compareciente y firmante del acuerdo de paz con el gobierno colombiano, el permiso le fue otorgado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el tribunal encargado de juzgar los hechos del conflicto armado en Colombia, según consta en un auto firmado por el tribunal y divulgado a la prensa el martes.
El Estado colombiano firmó en 2016 un acuerdo de paz con las FARC, la que fuera la guerrilla más antigua de América Latina, después de cinco décadas de conflicto interno.
Granda, quien en la insurgencia fue conocido como el “canciller de las FARC”, fue el protagonista de una tensión diplomática entre Colombia y Venezuela en enero de 2005 cuando el entonces ministro de la Defensa colombiano, Jorge Uribe, aceptó que pagó una recompensa por capturar a Granda en suelo venezolano en diciembre de 2004 para que fuera entregado a las autoridades colombianas, lo cual fue calificado por Caracas como un “secuestro”. Algunos oficiales venezolanos fueron arrestados señalados de colaborar con la detención.
Granda recuperó su libertad en 2007 como beneficiario de un plan de excarcelación de guerrilleros durante el gobierno de Álvaro Uribe.
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Castillo reportó desde Ciudad de México.