Congresistas EEUU se quejan de cambios energéticos en México
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Congresistas de Texas se quejaron el martes de los intentos del gobierno de México para limitar la competencia en el sector de la energía eléctrica.
En una carta al embajador estadounidense, Ken Salzar, unos 20 congresistas y senadores de Texas criticaron los cambios propuestos por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para la participación de mercado de los generadores de energía privados y favorecer a la empresa estatal de servicios.
La carta, distribuida por el representante republicano August Pfluger, señaló que las nuevas normas “discriminarían a los productores de energía estadounidenses”.
La queja se produjo en el mismo día en que el gobierno de México afirmó que encabeza una transición hacia fuentes de energía renovables, aunque López Obrador impulsa restricciones a proyectos de generación eléctrica de plantas eólicas y solares privadas.
López Obrador envió este mes al Congreso una iniciativa que cancelaría los contratos con los que 34 plantas privadas venden electricidad a la red nacional. El plan declara ilegales otras 239 plantas privadas que venden directamente electricidad a clientes empresariales en México. Casi todas estas plantas generan electricidad con fuentes renovables o gas natural.
La iniciativa también cancelaría muchos contratos de abastecimiento de electricidad de largo plazo y los esquemas de compra preferencial de electricidad a plantas de energía limpia, lo que afectaría principalmente a empresas extranjeras.
La iniciativa coloca las termoeléctricas de gas natural casi al final de la fila en los derechos a vender electricidad en la red, a pesar del hecho de que generan electricidad un 24% más barata. Las plantas gubernamentales que queman combustóleo tendrán preferencia sobre las plantas privadas eólicas y solares.
La iniciativa garantiza a la empresa estatal de electricidad una cuota de mercado de “al menos” el 54% aunque el el pacto de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) prohíbe favorecer a empresas locales o gubernamentales.
La carta de los legisladores de Texas señaló que “las reformas constitucionales propuestas por el gobierno (mexicano) incrementarían el control estatal de la industria eléctrica y limitarían severamente la inversión privada. Estos pasos, entre otros, dañan nuestra vital asociación comercial con México y violan potencialmente los principios clave del T-MEC”.
En un comunicado emitido al término de la visita del enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, México aseveró que busca cooperar con Washington en energías renovables. Pero muchas de las plantas eólicas y solares que López Obrador quiere limitar fueron construidas por compañías estadounidenses o españolas.
El comunicado habla de “cooperar estrechamente con Estados Unidos a fin de acelerar el despliegue de energía renovable en México, incluidas la energía eólica, solar, geotérmica e hidroeléctrica”.
La energía hidroeléctrica es una de las pocas fuentes renovables en las que el gobierno de López Obrador se ha comprometido a invertir. Sin embargo, como las presas en México se utilizan para diversos propósitos —almacenar agua para uso humano, controlar inundaciones y generar electricidad—, las necesidades contrapuestas y las lluvias cada vez más inciertas abren dudas sobre cuánto más se puede generar con las presas hidroeléctricas.
López Obrador, oriundo de Tabasco —un estado productor de petróleo situado en la costa del Golfo de México_, ha dado prioridad a los combustibles fósiles; su gobierno está concentrado en construir o adquirir nueva capacidad de refinación de petróleo.
Los expertos señalan que las políticas de López Obrador podrían poner en peligro el cumplimiento de los actuales compromisos de México para reducir las emisiones de carbono. El presidente sostiene que una mayor capacidad hidroeléctrica permitirá al país alcanzar estos objetivos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores emitió su comunicado días antes de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, prevista para finales de mes en Glasgow, Escocia.