Más protestas previo a legislativas en Argentina
BUENOS AIRES (AP) — A un mes de las elecciones legislativas que funcionarán como una suerte de examen de la gestión del presidente argentino Alberto Fernández, fuerzas políticas y organizaciones sociales bloqueaban el jueves los accesos a Buenos Aires y otras ciudades en reclamo de más empleos, programas de ayuda y alimentos para comedores populares en un contexto de agudo deterioro socioeconómico.
Los miles de manifestantes que desde temprano protagonizan los bloqueos pertenecen a combativos movimientos sociales muy críticos con el gobernante peronista a quien le exigen más oportunidades para más del 40% de la población sumida en la pobreza.
Eduardo Belliboni, uno de los dirigentes del izquierdista Polo Obrero que se manifestaba, dijo que con una situación similar a la que sufre Argentina "en otros países hubiera volado todo por los aires. Eso es lo que hay que visibilizar y no entiendo que una persona se indigne por una protesta popular”.
En el país sudamericano se registró una leve disminución de la pobreza en el primer semestre de 2021, pero la situación de los sectores humildes no mejora en parte por una inflación difícil de revertir y condiciones laborales precarias. Así, 40,6% de la población es pobre respecto del 42% del segundo semestre de 2020. Ese año la pandemia del nuevo coronavirus genero una caída de la economía del 10%.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos informó el jueves que el alza de precios fue de 3,5% en septiembre y 52,5% comparada con el mismo mes el año pasado, mientras que en lo que va de año acumula un 37%. Economistas calculan que 2021 finalizará con una inflación de 48% que, otra vez, sería la más alta de la región después de la de Venezuela.
Otros manifestantes dijeron que los bloqueos son la única herramienta de los desocupados para hacerse escuchar. Las protestas en las que participan otras organizaciones como el Bloque Piquetero Nacional se reproducían en otras 15 jurisdicciones del país.
El gobierno de Fernández busca revertir los malos resultados obtenidos en las primarias abiertas y obligatorias que se celebraron en septiembre en las que fueron elegidos los candidatos a diputados y senadores para las legislativas del 14 de noviembre. Esos comicios -en los que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado- pondrán a examen su gestión a dos años de haber llegado el poder. El oficialismo tiene hoy el control de la cámara alta.
El traspié electoral fue atribuido principalmente al malestar social por la crisis económica y también a algunos escándalos que salpicaron la gestión de la pandemia.
El 40% de la población argentina recibe algún plan social, pero muchos beneficiarios se quejan de que las ayudas son insuficientes ante la constante suba de precios y reclaman el acceso a puestos de trabajo formales.
En la misma jornada de protestas se conoció un mensaje del papa Francisco en el marco del coloquio anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), en el cual destacó “la dignidad del trabajo” y la necesidad de contar con un empleo para ser “útil a la sociedad y solidario” con los “seres queridos”.
“Algunos me han dicho decir cosas que no sostengo, que desprecio la cultura del trabajo”, se lamentó el papa de origen argentino, para quien “los subsidios sólo pueden ser una ayuda provisoria” y “no se puede vivir” de éstos. También abogó por la creación de puestos de trabajo diversificados y consideró “indispensable el diálogo entre empresarios y trabajadores”.
En medio de la campaña electoral, Fernández envió días atrás al Parlamento un proyecto para transformar los programas de ayuda social en puestos de trabajo formales. La iniciativa apunta a “transformar, de manera gradual y con un criterio federal, los planes, programas sociales y prestaciones de la seguridad social en trabajo formal de calidad".
El proyecto establece que los titulares de planes sociales que accedan a un empleo formal podrán seguir percibiendo los beneficios que otorgan dichos programas por un plazo máximo de hasta 12 meses.
Belliboni puso reparos a la iniciativa al señalar que “en la medida en que la economía esté paralizada estos proyectos caen en el vacío” como “ya ocurrió con el expresidente Mauricio Macri" (2015-2019), quien puso en marcha un plan similar. "Como no se abren fábricas nuevas, no hay obras públicas, no hay empalme posible entre el plan y el trabajo. En los barrios hay enormes necesidades", cuestionó el dirigente social.
El gobierno reconoce que la incidencia de la inflación en la licuación de los ingresos de los argentinos y en un intento por recomponer el salario de los trabajadores después de cuatro años de caída ha anunciado que ampliará a más de 1.200 -de los más de 600 de la actualidad- el número de productos cuyo valor estará congelado hasta principios de 2022, lo que ha sido considerado por economistas una medida de corto plazo que no solucionará el problema.