Ecuador: Lasso considera negociar con mafias en cárceles
QUITO (AP) — Horas después de que el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso dijera que está considerando negociar un proceso de pacificación con las mafias que en los últimos meses han causado graves matanzas en las prisiones estatales, especialmente de la ciudad portuaria de Guayaquil, analistas consideraron improbable la viabilidad de un eventual diálogo.
En una entrevista difundida en internet el miércoles por la noche en el programa Vera a su Manera, al mandatario se le preguntó si estaría abierto a un proceso de pacificación con la iglesia como intermediaria, a lo que dijo que sí. “Entre la disyuntiva de la fuerza y el diálogo, y la pacificación por la vía del diálogo con la intermediación de la iglesia... y de grupos evangélicos, bueno me voy por el camino del diálogo y del acuerdo, pero el Estado no puede permitir ser sometido por ellos”, precisó.
Añadió que el problema no solo está en las cárceles, porque Ecuador “era un país de tránsito de las drogas, pero ya no solo es de tránsito, dolorosamente, es de consumo, consumo de quién, de niños, de jóvenes en escuelas y colegios”.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad confirmó el mismo jueves en un comunicado que en las última horas fueron localizados los cuerpos de cuatro presos colgados al interior de la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, escenario de sanguinarias matanzas este año.
El analista Jorge Ortiz dijo el jueves The Associated Press que “la intención es buena, la ejecución parece altamente improbable, por lo menos en las circunstancias de debilidad del Estado en ese tema”, y cuestionó: “¿con quién va a negociar? ¿con los jefes del cartel de Sinaloa? O, si logran identificar interlocutores locales en las cárceles, ¿esa gente va a ceder el control de las prisiones por que sí?”.
En lo que va del año, motines y enfrentamientos entre presos de las cárceles estatales han causado un total de 226 fallecidos, 119 de ellos hace un par de semanas producto de enfrentamientos entre grupos de mafiosos apadrinados por carteles mexicanos de la droga y que pugnan por controlar esos recintos y zonas de distribución y rutas del narcotráfico.
El también analista, Ramiro Aguilar, dijo por su parte a AP que si Lasso quiere llegar a una pacificación de las cárceles "tiene que pacificar las calles, porque las cárceles son el reflejo del conflicto de poder en las calles y entre bandas influyentes que controlan con violencia sus propias zonas. ¿Quién sería el interlocutor del estado, quién sería el interlocutor de las mafias, los jefes locales o los jefes externos?,”. Añadió que “la violencia en las cárceles es evidencia de los problemas entre los carteles mexicanos. No es un tema tan sencillo como buscar el paraguas de la iglesia o grupos evangélicos, porque se debe negociar con bandas de delincuentes a los que se debe dar un estatus para la negociación, ¿qué estatus les van a dar?".