Difícil medir avances en diversidad en el periodismo en EEUU
NUEVA YORK (AP) — Más de un año después de que el asesinato de George Floyd centró la atención en los esfuerzos para diversificar las redacciones de prensa en Estados Unidos, la capacidad de medir el avance sigue siendo elusiva.
La News Leaders Association (NLA), un grupo de periodismo, extendió dos meses el plazo para recibir respuestas a su sondeo sobre prácticas de empleo en organizaciones noticiosas en Estados Unidos, tras expresar su decepción sobre cuán pocas organizaciones de prensa están dispuestas a revelar la diversidad de su personal.
El grupo espera la mayor participación posible de unas 5.900 redacciones en todo el país, pero ha recibido menos de 250 respuestas, dijo Meredith Clark, profesora de la Northeastern University que está a cargo del sondeo.
“Como investigadora y periodista, me siento muy desalentada de que la industria periodística no sea tan transparente sobre la fuerza laboral como se espera que otras industrias sean transparentes sobre las suyas”, dijo Clark.
Ha habido indicios tangibles de avances en el sector, notablemente en las contrataciones para algunos puestos periodísticos importantes: Kevin Merida, el segundo director ejecutivo de raza negra en Los Angeles Times después de Dean Baquet; Kim Godwin y Rashida Jones, ambas mujeres negras, como presidentas de ABC News y MSNBC; Katrice Hardy y Monica Richardson, las primeras directoras ejecutivas negras del Dallas Morning News y el Miami Herald; y Daisy Veerasingham, la primera mujer y primera persona no blanca que es nombrada presidenta y directora ejecutiva de The Associated Press.
Las redacciones en la cadena Gannett, The New York Times, The Washington Post y NBC News han revelado públicamente sus estadísticas sobre diversidad en las contrataciones. Ha habido ajustes de cuentas a gran escala sobre sesgos pasados en las noticias en periódicos como Kansas City Star y Los Angeles Times.
Pese a esos logros, la imagen general de diversidad sigue confusa.
Primero a través de un precursor, la American Society of News Editors, se han hecho sondeos de diversidad en las redacciones desde mediados de la década de 1970, después de publicarse un reporte de la Comisión Kerner que describió la ausencia de periodistas negros como “escandalosamente retrógrada”. Las organizaciones de prensa recibieron el objetivo de tener personal que reflejara sus comunidades para el 2000.
“Mientras más diversidad haya en tu redacción, mejor vas a poder capturar lo que sucede en tu comunidad”, dijo Myriam Marquez, directora ejecutiva del grupo de líderes de noticias, que incluye ejecutivos en periódicos, portales y grupos de prensa.
Una falta de diversidad puede revelarse en muchas decisiones noticiosas: para muchos críticos, la atención dada a la historia de Gaby Petito, una joven hallada muerta tras un viaje con su prometido por Estados Unidos, reflejó una vieja preocupación sobre periodistas que están prestando más atención a las mujeres blancas desaparecidas que a mujeres de minorías en situaciones similares.
A pesar de algunas mejoras, el objetivo del 2000 no fue alcanzado y las preocupaciones sobre diversidad se desvanecieron con el desplome financiero de la industria en las últimas dos décadas. La participación en el sondeo anual se volvió irregular, hasta el punto de que fue suspendido en 2019 y solamente se recibieron 293 respuestas.
Clark fue contratada para crear un cuestionario más exhaustivo y moderno y para buscar formas de conseguir mayor participación, toda vez que la presión interna de los pares ha resultado insuficiente.
El esfuerzo de este año tuvo un arranque lento porque gran parte de la lista de contactos del grupo estaba desactualizada. El sondeo pidió más información que en años previos y eso toma tiempo. Algunas organizaciones expresaron temor sobre violaciones de la privacidad de su personal, pero los organizadores insisten en que eso no debe ser un problema.
“Pudiera ser que en algunos casos la gente, francamente, sabe que si llena el cuestionario el estado actual de su organización de prensa no se verá como les gustaría”, dijo Hardy, recién nombrada editora del Dallas Morning News y jefa del panel de diversidad de la NLA.
“Siempre pienso que ése es un factor en cualquier año, pero especialmente tras un año de intranquilidad social”, agregó.
En vista de que a las organizaciones se les pide que provean la información voluntariamente, en lugar de un muestreo aleatorio, es razonable que las organizaciones que están progresando hacia la diversidad tienden a ser las que participan más, lo que lleva a dudas sobre si el sondeo refleja realmente lo que está sucediendo.
Casi 90 de los sondeos respondidos son de la cadena de periódicos Gannett, que ha sido especialmente activa en el fortalecimiento de la diversidad y el mes pasado hizo que los redactores de todos sus periódicos reportaran a sus lectores sobre el progreso en el alcance de los objetivos. Como compañía, Gannett se fijó como plazo para 2025 para que sus medios consiguieran paridad racial y de género con sus comunidades.
Como ejemplo, el Arizona Republic dijo que en julio el 38% de sus periodistas eran personas no blancas, comparado con 20% cinco años antes. El objetivo es de 44%. El director ejecutivo Greg Burton dijo a los lectores cómo habían cambiado las tareas de reportaje y edición para cubrir los temas de equidad.
Hardy dijo que no teme que los líderes noticiosos reporten progresos falsos.
“No creo que ninguno de nosotros esté contento con donde estamos”, dijo.
Pudiera ser más una solución a largo plazo, pero el grupo está ponderando pedirles a fundaciones y otros que proveen fondos para organizaciones de prensa que requieran participación en el sondeo antes de recibir una subvención. Lo mismo con los premios de periodismo: si quieres entrar en la competencia por un Pulitzer, muestra que llenaste el sondeo.
Clark dijo que su objetivo es tener 1.500 respuestas para producir un reporte estadísticamente sólido. Parece dudoso que se pueda alcanzar eso para el final de octubre, el nuevo plazo, pero George Stanley, el presidente de la NLA, dijo que existe una referencia de participantes, incluso Gannett, los periódicos McClatchy, ProPublica, Buzzfeed y The Associated Press —esta última por primera vez— de que la información valdrá la pena.
“Pienso que esas organizaciones participantes, al probar su compromiso, ganarán una ventaja en reclutamientos y eso va a alentar a otros”, dijo Stanley, editor del Milwaukee Journal Sentinel.
The New York Times dijo este año que el porcentaje de empleados no blancos había aumentado de 27% en 2015 a 34% el año pasado. En el Times, The Washington Post y USA Today, la mayoría del personal de la redacción son mujeres.
Cuando empezó como jefe de noticias en NBC Universal el año pasado, Cesar Conde fijó públicamente un objetivo de un personal que fuera 50% minorías y 50% mujeres, aunque no puso un plazo. Desde entonces, las contrataciones mensuales han promediado 48% personas de color y 63% mujeres, dijo la cadena. El porcentaje de minorías en la división ha aumentado de 27% a 30%.
Contratar a minorías es importante, pero también es importante retenerlas, dijo Doris Truong, director de entrenamiento y diversidad en el Poynter Institute, un centro de estudios del periodismo. La industria periodística está registrando un cambio generacional entre jóvenes del personal menos dispuestos a esperar por un cambio en las actitudes, dijo.
“Hay un problema en la fuente”, dijo Robert Hernandez, profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad del Sur de California. “Estamos produciendo estudiantes diversos. La realidad es que no están siendo contratados, no están siendo retenidos, no están siendo promovidos”.
Hardy dice que la retención es un problema real y la impaciencia sobre avance no es algo único de la generación más joven.
Ella espera que las contrataciones prominentes de liderazgo en el último año ayuden a impulsar un cambio.
“Es nuestra pasión”, dijo. “Es algo que hemos vivido, respirado y discutido y en lo que hemos querido ayudar a lo largo de los años. Nos corresponde a nosotros, francamente”.