Congreso de EEUU trabaja a contrarreloj en pendientes
WASHINGTON (AP) — La acumulación de proyectos legislativos cruciales y la política arriesgada que los acompaña son un comportamiento normal a finales de cada año en el Congreso de Estados Unidos. Este otoño, los legisladores se encaminan a batallas sorprendentes por los riesgos que representan para ambas partes.
Aunque pocos dudan de que el Congreso volverá a extender el techo de deuda del gobierno para cuando expire en diciembre, nadie sabe cómo lo hará. Los demócratas aún no tienen los votos para convertir en ley las prioridades del presidente Joe Biden. Y los republicanos están nerviosos de que los demócratas puedan debilitar la regla obstruccionista que permite al partido minoritario del Senado descarrilar alguna legislación.
Un fallo de cálculo provocará un calamitoso impago federal, el colapso de la agenda interna de Biden y, como si fuera poco, un perjudicial cierre del gobierno. A esto se sumarían los legisladores cuyos nervios ya están desgastados y que buscan resolver problemas antes de las elecciones intermedias del próximo año, y es una receta para confrontaciones que podrían dañar a cada partido si los líderes no tienen cuidado.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, dijo desde el verano que los republicanos no proporcionarían la mayoría de votos que los demócratas necesitaban para extender el límite de la deuda federal. Pero el jueves, 11 republicanos, incluido McConnell, se unieron a los demócratas para superar por poco un obstáculo de procedimiento para que el Senado pudiera aprobar posteriormente 480.000 millones de dólares adicionales de endeudamiento.
La aprobación de la Cámara, prevista para el martes, evitaría un primer incumplimiento federal hasta diciembre que podría perturbar la economía global, retrasar los cheques gubernamentales a los beneficiarios del Seguro Social y otros y desatar la ira de los votantes contra los legisladores.
Pero la disputa partidista se reanudará en dos meses.
Los republicanos quieren que los demócratas eleven el techo de la deuda ellos solos para, dicen ellos, subrayar que la agenda social y medioambiental multimillonaria de Biden es inasequible. Los demócratas quieren que los republicanos dejen su huella en el aumento del límite de endeudamiento porque señalan que la deuda nacional de 28 billones de dólares es por facturas impagas ya incurridas, incluidos 7 billones bajo la presidencia de Donald Trump.
Cuando llegue diciembre, alguien tiene que ceder. Pero no está claro cómo sucederá y habrá mucho en juego. De hecho, para el 3 de diciembre, las agencias federales cerrarán a menos que el Congreso apruebe una legislación que las financie.