Ave mascota logra salir de Kabul; nuevo símbolo de esperanza
ABU DHABI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El pájaro grazna desde su nueva jaula en la sala de estar de la casa del embajador francés en Abu Dhabi, en un entorno que dista mucho del que tenía en la vivienda de una joven afgana que pudo refugiarse en Francia.
La odisea del charlatán estornino de pico amarillo, llamado “Juji”, para salir de Afganistán ahora que el Talibán volvió al poder causó sensación en las redes sociales.
Francia participó activamente en los esfuerzos para evacuar a afganos que habían colaborado con las fuerzas de ocupación, que dieron lugar a escenas desgarradoras, como la de personas que se aferraban a las ruedas de los aviones y luego caían al vacío.
El embajador francés en los Emiratos Árabes Unidos participó activamente en las operaciones lanzadas desde la base aérea de Al-Dhafra. Miles de afganos llegaron a esa y otras bases de la región para ser investigados por estadounidenses, franceses y misiones de otras naciones con miras a un posible asilo durante 12 días de agosto.
“Hubo muchas historias bonitas. Hubo artistas, músicos, gente que decía que había vuelto a la vida al ser evacuada”, comentó Chatel en declaraciones a la Associated Press desde su residencia. “Pero al mismo tiempo, hubo situaciones muy tensas”.
Unos 2.600 intérpretes, artistas, periodistas, activistas y contratistas militares afganos volaron de Kabul a Abu Dhabi, camino a París, sin haber tenido casi tiempo para analizar lo que dejaban atrás. Las autoridades francesas comenzaron las evacuaciones hace un año aproximadamente y sacaron 2.400 personas en los meses previos a la caída de Kabul, según Chatel.
En medio del caos reinante en Al-Dhafra, Chatel recibió una alerta. Los militares habían descubierto una carga ilegal en un avión.
Una mujer de no más de 20 años se aferraba a una misteriosa caja de cartón. Adentro se encontraba su querida mascota, el famoso estornino, con las alas cortadas, tan común en el sudeste asiático.
Por razones sanitarias, era imposible que pudiese llevar a París a la única posesión que parecía tener con ella.
La muchacha se puso a llorar, relató Chatel. El diplomático se negó a dar detalles de la joven y de sus circunstancias para proteger su privacidad. Solo dijo que “lo había perdido todo. Había perdido su país, su casa, su vida”.
El relato de lo que pasó después trascendió por Twitter la semana pasada y convirtió a Juji en una pequeña sensación, ofreciendo una nota positiva como contrapeso a la crisis económica y humanitaria que vive Afganistán.
Luego de recibir indicaciones acerca de las preferencias alimenticias de Juji —pepinos, uvas, pan y de vez en cuando papa—, Chatel decidió adoptar el ave, prometiéndole a la joven que la cuidaría.
La muchacha encontró al embajador en Twitter poco después de llegar a Francia. Su principal preocupación mientras iniciaba una nueva vida como refugiada era su pajarito, que había quedado en la Península Arábiga.
Chatel le mandó videos de Juji comiendo frutas, revoloteando por una jaula blanca y aprendiendo francés. Después de soltar algunas expresiones en pashto en sus primeros días en Abu Dhabi, Juji se animó a decir algo parecido a “bonjour”.
La muchacha “me dijo algo que todavía llevo adentro”, comentó Chatel. “El hecho de que el ave estuviese viva y de que yo hubiese cuidado de ella le daba fe y esperanza” con miras al futuro.
Chatel no sabe por qué la historia tuvo tanta repercusión en las redes sociales. Tal vez por el hecho de que no había noticias positivas durante el apresurado retiro de los soldados de Estados Unidos y la OTAN.
Un atacante suicida hizo estallar una bomba en el aeropuerto de Kabul a fines de agosto, matando a cantidades de afganos y a 13 soldados de Estados Unidos. Quienes pudieron escapar al exterior se sentían culpables y angustiados a la vez. En medio de una feroz crisis económica, a la gente le cuesta sobrevivir en Afganistán.
Se podía ver el miedo en los rostros de la gente que llegaba a la base de Al-Dhafra a en agosto. Los niños lloraban si estallaba un globo. Una mujer dijo que se había “olvidado” de sus padres en medio del frenesí vivido en el aeropuerto de Kabul. Cantidades de padres contaban que habían abandonado a sus hijos.
Hasta que Chatel encuentre la forma de reunir a Juji con su dueña, dijo que el ave negra seguirá siendo un recordatorio de los días angustiosos de la evacuación, del valor exhibido por quienes decidieron iniciar nuevas vidas en el exterior y del desconsuelo de los que quedaron atrás.
“En medio de todo esto”, dijo Chatel, “en medio de estos cientos de personas que llegaban aquí, aparecieron esta muchacha y este pájaro”.