Myanmar: Destituida Suu Kyi declarará en su defensa este mes
BANGKOK (AP) — La destituida líder de Myanmar, Aung San Suu Kyi, testificará este mes por primera vez en uno de los varios casos en su contra desde que los militares tomaron el poder en febrero, dijeron sus abogados el martes.
Ella y otros dos acusados de incitación declararán en su propia defensa, pero no llamarán a ningún otro testigo, dijo el abogado Khin Maung Zaw. Se tiene previsto que el testimonio de Suu Kyi comience el 26 de octubre.
La fiscalía terminó de presentar a sus testigos en el caso que se ventila en un tribunal especial de la capital, Naipyidó. Partidarios de Suu Kyi y analistas independientes afirman que las acusaciones contra ella son fabricadas y un intento para desacreditarla y legitimar la toma del poder por parte de los militares.
Suu Kyi es juzgada en ese mismo tribunal por dos cargos de incumplimiento de las restricciones de COVID-19 durante la campaña electoral de 2020, importación ilegal de walkie-talkies y su uso sin licencia.
La incitación, definida como la difusión de información falsa o incendiaria que pueda alterar el orden público, se denomina a veces sedición y se castiga con hasta tres años de prisión. El caso se refiere a las declaraciones publicadas en una página de Facebook de su partido, la Liga Nacional para la Democracia, después de que ella y otros dirigentes del partido fueran detenidos.
Todos los procesos contra Suu Kyi están cerrados al público y a la prensa. Se encuentra detenida por los militares en un lugar no revelado de Naipyidó.
Se tiene previsto que el exvicepresidente Win Myint declare el 12 de octubre y el exalcalde de Naipyidó, Myo Aung, el 2 de noviembre.
Ante los nuevos casos, Suu Kyi, de 76 años, solicitó el martes al tribunal celebrar sus sesiones de los lunes y martes solo cada dos semanas por motivos de salud. Se prevé que el tribunal se pronuncie sobre su solicitud el 12 de octubre.
En otro juicio contra Suu Kyi, que tuvo lugar el viernes, por cargos de corrupción, un antiguo aliado político declaró que le había entregado grandes cantidades de dinero en efectivo y oro. Suu Kyi se enfrenta a cuatro cargos de corrupción en esos procesos, cada uno de los cuales conlleva una pena de hasta 15 años de prisión, la mayor condena posible de los varios delitos que se le imputan.