EEUU: Opinión hacia mandatos de vacunas varía según partido
La actitud de los estadounidenses en cuanto a la propuesta del presidente Joe Biden de hacer obligatoria la vacuna contra el coronavirus refleja sus lealtades partidarias: Los demócratas la apoyan, los republicanos la rechazan.
En total el 51% de la población dice que apoya la idea mientras que el 34% la rechaza y el 14% no tiene una opinión al respecto, revela la encuesta de The Associated Press y el Centro NORC para el Estudio de Asuntos Públicos.
Pero al examinarse por partido, un 75% de los demócratas están a favor mientras que sólo un 25% de los republicanos dicen lo mismo. Un 60% de los republicanos desaprueban de la medida.
Los resultados reflejan la manera en que las medidas contra el COVID-19 se han politizado. En muchas partes del país, las actitudes hacia las mascarillas y otras acciones de prevención también se ven divididas según la lealtad política.
“Yo no creo que el gobierno federal debe estar diciéndome que me tengo que poner la vacuna, o que me tengo que hacer la prueba para no perder mi empleo”, declaró Emilio Rodriguez, un bombero de 28 años que no está vacunado y que simpatiza con el Partido Republicano, en Corpus Christi, Texas.
Mientras tanto en Cleveland Sarah Carver, de 70 años, apoya la iniciativa de Biden.
Carver, hoy en día jubilada pero que fue secretaria de una escuela, dice que quisiera que toda la población se vacune para proteger a gente como su nieto, de 10 años y quien es muy joven para ser vacunado o su marido, ya vacunado, quien sufre de problemas respiratorios y del mal de Alzheimer.
“Yo le creo al doctor Fauci”, expresó Carver, en referencia al doctor Anthony Fauci, el máximo experto del gobierno estadounidense en cuanto a enfermedades infecciosas. Carver ha recibido dos dosis de la vacuna de Moderna.
El 64% de los estadounidenses que están vacunados aprueban del mandato a vacunarse mientras que un mientras que el 23% desaprueba. Entre los no vacunados, la aprobación es de apenas 14% y el rechazo de un 67%. Entre las personas que trabajan ahora a distancia, la mayoría está favor; los que trabajan en persona están divididos en partes iguales.
Los detalles de cómo se implementará el mandato están todavía siendo elaborados por el gobierno. Algunos expertos han sugerido que la opción de pruebas semanales es un pobre sustituto de las vacunas, pero igual una parte necesaria del plan.
“Las pruebas lo único que hacen es hacer inconveniente” la negativa a vacuncarse, explicó la inmunóloga Gigi Gronvall, de la Universidad Johns Hopkins. Es decir, la gente tendrá dos opciones: “O te vacunas o esto es lo que vas a tener que hacer una vez por semana”.
La esperanza, aclara Gronvall, es que los mandatos lleven a los renuentes a sumarse al 56% del país que ya se ha vacunado totalmente.
La opción de hacerse la prueba hace que el plan de Biden sea aceptable para Cassie Tremant, una voluntaria para un grupo de protección de vida silvestre en Austin, Texas.
La mujer de 32 años, demócrata y totalmente vacunada pero cuya abuela tuvo COVID-19, dice que acepta el mandato siempre y cuando se le dé a la gente la opción de hacerse la prueba.
“Personalmente, preferiría que todo el mundo se vacune”, expresó Tremant. El plan de Biden “le da a la gente una opción. Si no quieren vacunarse, dependerá de ellos hacerse la prueba. Creo que es lo justo”.
Un 65% de la población se expresó algo preocupada por el temor de ellos mismos o algún familiar se enferme del virus, aunque ha disminuido la cantidad de gente que se declara sumamente preocupada. Un 30% dice estar sumamente preocupada, comparado con 40% en agosto.
Un 65% de la población expresa al menos algo de confianza en que las vacunas lograrán frenar la propagación de las variantes del virus.
La ciudadanía expresa su mayor confianza en los profesionales de la salud a la hora de buscar información sobre las vacunas, esencialmente lo mismo que en diciembre. Un 80% confía en sus médicos y en otros profesionales de la salud al menos moderadamente.
Rodriguez, el bombero en Corpus Christi, dice desconfiar del gobierno por considerar que ofrece un panorama demasiado optimista.
“No dicen nada negativo de las vacunas, no dicen nada sobre efectos secundarios, lo único que dicen es ‘Todo va de las mil maravillas, vaya usted a vacunarse’”, expresó Rodriguez.
De hecho, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) sí han mencionado posibles efectos secundarios como fatiga, dolor muscular, fiebre, escalofríos y náuseas. Existe una muy pequeña posibilidad de efectos graves, como inflamación cardiaca, principalmente en hombres jóvenes.
Si en su lugar de trabajo se aplica un mandato para vacunarse, Rodriguez dice que consultará con su médico, en cual confía.
La confianza pública en las agencias científicas de Estados Unidos sigue siendo alta. Un 70% confía en los CDC y un 70% confía en la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) al menos moderadamente.
“Ellos son los científicos y saben lo que dicen”, expresó Carver en Cleveland. “No son unos piratas como los que aparecen por internet”.
Como contraste, apenas un 40% dice confiar en los medios de comunicación al menos moderadamente en cuanto a información sobre las vacunas; un 60% dice tener ninguna o poca confianza en los medios.
La mayoría de los estadounidenses aprueban de la gestión de Biden en lo referente a la pandemia, aunque eso es menos de lo que era en los primeros seis meses de su presidencia. El 57% aprueba mientras que el 43% desaprueba, cifras similares a las vistas el mes pasado. En julio, como contraste, un 65% aprobaba de su manejo de la crisis sanitaria.
Casi la mitad de los encuestados no confían en el presidente en cuanto a información sobre las vacunas. Entre esas personas está Tremant, la voluntaria de protección de animales en Austin, quien es demócrata.
“Los políticos a veces dicen tonterías”, expresó Tremant.
“Yo nunca confiaría en datos médicos ofrecidos por un político, así sea mi político más preferido del mundo”, añadió.
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La encuesta AP-NORC abarcó 1.099 adultos y se realizó entre el 23 y el 27 de septiembre usando una muestra AmeriSpeak, diseñada para ser representativa de toda la población estadounidense. Tiene un margen de error de más o menos 4,2 puntos porcentuales.