Congresistas de EEUU declaran sobre sus propios abortos
WASHINGTON (AP) — Tres representantes demócratas ofrecieron el jueves testimonios profundamente personales sobre sus abortos durante la audiencia de una comisión de la cámara baja que examinaba cómo responder a los estados conservadores que están aprobando leyes que limitan el acceso al aborto.
La representante Cori Bush dijo que fue violada durante un viaje de los miembros de su iglesia. La representante Barbara Lee dijo que se practicó un aborto clandestino en México tras quedar embarazada cuando era adolescente. La representante Pramila Jayapal dijo que optó por un aborto tras conocer que su embarazo sería de riesgo grave, tanto para ella como el bebé.
“Decidir tener un aborto fue la decisión más difícil que he tomado, pero a los 18 años sabía que era la decisión apropiada para mí”, dijo Bush ante la Comisión de Supervisión y Reforma.
La audiencia se realiza semanas después de que entró en vigor una ley en Texas que prohíbe los abortos luego de seis semanas de embarazo, sin excepciones en casos como violación o incesto. Otros estados conservadores ponderan medidas similares.
Mientras tanto, una corte federal de apelaciones analiza la suerte de una ley de Missouri que prohíbe los abortos tras ocho semanas, igualmente sin exenciones por violación o incesto. Y en diciembre, la Corte Suprema escuchará argumentos sobre una ley en Mississippi que prohibiría el aborto luego de 15 semanas.
La audiencia examinó además lo que puede hacer el gobierno federal para garantizar el acceso al aborto. Entre las opciones está el fin de la enmienda Hyde, que restringe el financiamiento federal de la mayoría de los abortos y aprobar una ley que garantice el derecho de una mujer al aborto.
La cámara baja aprobó esa iniciativa la semana pasada, pero casi seguramente está condenada al fracaso en el Senado debido a la oposición republicana.
La presidenta del panel, la demócrata Carolyn B. Maloney, dijo que la mayoría de los estadounidenses respaldan el derecho al aborto.
“Pero con una Corte Suprema hostil, los gobiernos estatales extremistas ya no se conforman con socavar los derechos constitucionales: los están aplastando”, dijo Maloney.