Empresas Koch se distancian de debate sobre racismo
DES MOINES, Iowa, EE.UU. (AP) — Mientras una gran cantidad de grupos conservadores impulsan campañas para evitar que las escuelas enseñen la llamada teoría crítica del racismo, un prominente conglomerado empresarial que suele apoyarlos brilla por su ausencia.
Se trata de la multimillonaria familia Koch, cuyos líderes se manifiestan en contra de que el gobierno le diga a las escuelas lo que pueden o no pueden enseñar. Si bien recalcan que están en desacuerdo con dicha enseñanza, argumentan que las prohibiciones, hoy en día vigentes en 11 estados, inhiben el debate público necesario en una democracia.
“Usar el poder del Estado para prohibir ideas, incluso ideas con las cuales estamos en desacuerdo, va en contra de los ideales fundamentales de Estados Unidos, ideales que ayudan a impulsar el progreso social", estimó Evan Feinberg, director ejecutivo de la Stand Together Foundation, fundación afiliada a las empresas Koch.
Tal postura se ajusta a la ideología libertaria a la que el conglomerado siempre ha suscrito. Pero ha provocado denuncias de hipocresía por parte de sus críticos, quienes señalan que el emporio desde hace décadas ha estado financiando grupos de derecha y ahora difícilmente puede distanciarse de su ideología.
“Están expresando una posición muy linda desde el punto de vista de las relaciones públicas, pero han derrochado dinero en estos grupos que están luchando en contra de esa misma postura”, indicó Lisa Graves, dirigente del Center for Media and Democracy, un grupo liberal.
El conglomerado Koch dio a conocer su posición por primera vez en ña primavera, en momentos en que las legislaturas en varios estados, bajo control republicano, aprobaron medidas para prohibir enseñanzas como la de que el racismo permea la sociedad y el sistema judicial norteamericano.
Las campañas fueron en parte una reacción al “The 1619 Project”, una iniciativa de la revista del New York Times que propone reevaluar el rol que tuvo la esclavitud y el racismo en el desarrollo histórico del país.
En una carta publicada en mayo en un boletín especializado en temas educativos, el Chronicle of Higher Education, Charlie Ruger, vicepresidente de asuntos filantrópicos de la Charles Koch Foundation, calificó de violatorias a la libertad de expresión las iniciativas de los republicanos de prohibir esa enseñanza.
“Tanto el aprendizaje como la investigación exigen estar abiertos a nuevas ideas y al libre debate”, escribió Ruger. “Eso exige oponerse a todo tipo de censura”.
La maquinaria política Koch — una aglomeración multimillonaria de empresas, fundaciones y comités de acción política — fue erigida por los hermanos Charles y David Koch cuando la empresa familiar comenzó a prosperar en Kansas en los años ochenta y noventa. Aunque David Koch falleció en el 2018, el emporio ha seguido donando millones de dólares a organizaciones que impulsan la idea de una menor participación del Estado en la vida pública, menores impuestos, desregulación, libertad de expresión, libertad académica y la colocación de jueces conservadores en los tribunales del país.
La oposición de las empresas Koch a la prohibición educativa no ha desalentado a sus grupos afiliados. En Wisconsin, un grupo de padres que buscaban destituir a miembros de la junta escolar recibieron dinero del Wisconsin Institute for Liberty and Law, afiliado a la organización Koch. El Wisconsin Institute recibió 310.000 dólares de la Charles Koch Foundation en los cinco años previos al 2019, el último año para el que se tienen registros. El dinero vino en la forma de subsidios que fomentaban la libertad de expresión en las universidades, indicó un portavoz de los Koch.
La fundación y el Charles Koch Institute también, en ese mismo lapso, donaron 75.000 dólares al State Policy Network, un grupo conservador que fomenta dichas prohibiciones educativas. Ese dinero también se destinó a financiar una asamblea anual, una pasantía y un debate sobre temas empresariales, afirmó el portavoz.
Entre los partidarios más prominentes de las prohibiciones está otro grupo afiliado a Koch, el American Legislative Exchange Council (ALEC). Ese grupo suministra borradores de leyes a legisladores de derecha y ha promovido iniciativas para prohibir la enseñanza de la teoría sobre el racismo sistémico.
Stand Together y sus grupos afines contribuyeron 2,7 millones de dólares al ALEC entre el 2015 y el 2019. Nada de ese dinero fue para influir en el pénsum de las escuelas y fue donado antes de que el tema se convirtiera en bandera para los republicanos, afirmó Bill Riggs, portavoz de Stand Together.
En el 2020, ALEC siguió recibiendo dinero de dos fundaciones de Koch, supuestamente para influir en temas comerciales, regulatorios y fiscales, y para promover la libertad de expresión y becas educativas.
Riggs no difundió el total donado en el año 2020. Hasta ahora sólo están disponibles públicamente las contribuciones hasta el 2019, inclusive. Las contribuciones para el 2020 no estarán disponibles sino hasta mediados de noviembre.
Riggs acusó a los críticos de Koch de “propagar desinformación” al insinuar que el conglomerado estaba apoyando posturas que en realidad no apoya. Aseguró que las empresas Koch donan dinero a una gran cantidad de agrupaciones con las que comparten algunas ideas aunque quizás no todas.
La Charles Koch Foundation contribuyó en el 2019 a la Brookings Institution, de tendencia prodemócrata para iniciativas relacionadas con política internacional, manifestó Riggs. El año pasado, la red Koch ayudó a crear Heal America, una iniciativa religiosa para luchar contra “la injusticia racial con amor y redención” según su website. El dueño de los Dallas Mavericks Mark Cuban y el locutor de televisión Van Jones, demócratas, han participado en eventos de esa iniciativa.
Riggs se negó a decir si las organizaciones Koch rechazarían donar dinero a grupos que pidan prohibir la teoría sobre el racismo sistémico, como ALEC, afirmando que las organizaciones, al firmar los documentos para donar los fondos, estipulan las causas a la que dichos fondos deben ser destinados. También se negó a divulgar si las empresas Koch reevaluará su apoyo a agrupaciones que respaldan esas prohibiciones.
El comité de acción política de los Koch, Americans for Prosperity Action, pagó por lo menos 9,7 millones de dólares para lograr que el senador republicano por Carolina del Norte Thom Tillis se reelija, según datos de la Comisión Federal Electoral.
Tillis fue un importante propulsor de una iniciativa que buscaba prohibir el uso de fondos públicos para la enseñanza del “1619 Project” en las escuelas. La propuesta no ha prosperado en el Senado, bajo control demócrata.
Las donaciones del Americans for Prosperity Action se dan en base a varios factores como los votos anteriores, declaraciones previas, las posturas ante los temas públicos más importantes “y cómo se distinguen como líderes capaces de unir a la comunidad para hallar soluciones comunes” aseveró Riggs.
“Pero no hay un solo tema que sea definitivo. Sabemos que no todos van a estar de acuerdo en todo”, añadió.