Comisión de ayuda a refugiados abre centro al sur de México
TAPACHULA, Chiapas (AP) — En un intento por agilizar los trámites y contener el tránsito de migrantes hacia Estados Unidos, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) abrió un centro para la atención masiva de solicitantes de asilo en la frontera sur de México.
Con apoyo de la Guardia Nacional y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, las autoridades mexicanas habilitaron el exterior del Estadio Olímpico de Tapachula como módulo temporal para la atención de extranjeros que buscan protección internacional. El módulo tendrá la capacidad de atender a dos mil personas diariamente mediante seis mesas de recepción, dijo el martes la Delegada de la COMAR en Chiapas, Alma Delia Cruz Márquez.
Las autoridades pretenden realizar el proceso con orden, sin aglomeraciones y con medidas sanitarias, contrario al escenario observado en los últimos meses en las oficinas de la COMAR, donde incluso se registraron conatos de enfrentamientos. La funcionaria reconoció que muchos migrantes han dejado la región y avanzado hacia el norte del país, por lo cual se busca también hacer un diagnóstico de los que permanecen en el sur de México.
“Dado que muchas personas se han trasladado al norte del país, ves que en Acuña hay 15 mil haitianos, lo que necesitamos hacer es verificar qué personas se encuentran en esta zona para que con eso, seguramente no estarán todas, y eso va crear espacios para aquellas personas que tienen cita en noviembre, que tienen cita en diciembre, vamos a recorrer las citas ocupando los espacios de personas que ya no están aquí”, explicó.
La funcionaria precisó que en Chiapas se reciben el 75% de solicitudes que se realizan en todo México. Hasta agosto en el país se habían hecho 77 mil 559 solicitudes de refugio, de las cuales casi 60 mil se hicieron en Chiapas. “Hay que aclarar: la protección que nosotros damos es sólo para aquellas personas que su vida, libertad o seguridad se encuentra en riesgo en país de origen, no constituye ningún permiso o autorización de viaje”, apuntó.
Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana AC, e Irineo Mújica, de Pueblos Sin Fronteras, acusaron que la medida implementada es una simulación que pretende seguir dilatando los procesos y conteniendo a los migrantes.
“Se fraguó seguir deteniendo a los migrantes en esta ciudad, en estarlos condenando a ser una cárcel migratoria de Tapachula, y nosotros los ciudadanos de Tapachula ser los carceleros de los migrantes. Ésa es la realidad, estos (módulos) son paliativos. Esto es maquillaje que trata de demostrar el Estado Mexicano con sus instituciones que está resolviendo o haciendo algo con el fenómeno migratorio”, señaló Villagrán.
Mújica añadió que debido a la lentitud de las autoridades mexicanas para resolver la situación de los solicitantes, los activistas han iniciado el trámite de amparos.
Fraindy Sainteme, de Haití, llevaba tres meses esperando que su trámite avanzara y hoy acudió al módulo temporal habilitado por la COMAR, donde le dieron una nueva cita para mañana 29 de septiembre. “Yo necesito mi protocolo y mi (documento) definitivo para estar aquí. Yo llego mucho tiempo aquí y no me dan papeles”, dijo en el poco español que habla.
El caribeño contó que estuvo cinco años en Chile antes de viajar a México y aspira a reunirse con su esposa y una hija que están en Miami. Mientras tanto, sobrevive con apoyo de otros paisanos suyos, vive en condición de hacinamiento y no tiene trabajo.
Otro haitiano, Chenet, quien no dio su apellido por seguridad, llegó al módulo reclamando que una persona afuera de COMAR le había cobrado seis mil pesos para agilizar sus trámites a él, su esposa y dos hijos. Un brigadista de Acnur que ayudaba en el lugar le pidió que interpusiera una denuncia ante la Fiscalía por el fraude. “(Me dijeron) que no estoy en el sistema. (La cita) es falsa”, anotó.
A finales de agosto y principios de septiembre, los migrantes, en su mayoría haitianos, pretendieron avanzar en caravanas hacia el norte de México cansados de la dilación de sus trámites de regularización en la frontera sur del país, pero fueron frenados por el Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional en distintos operativos en los que hubo violencia.
Para mediados de septiembre los migrantes buscaron otras formas y rutas para avanzar y salieron de la región en grupos pequeños por la sierra de Chiapas hacia Veracruz y posteriormente a Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
Pronto miles de migrantes se concentraron en la fronteriza Ciudad Acuña, en su intento por cruzar a Estados Unidos.