ONU: Líderes africanos exponen "apartheid" en vacunas COVID
La falta de equidad en la distribución de vacunas contra el COVID-19 se puso de manifiesto el jueves, cuando muchos de los países africanos, cuya población tiene poco o ningún acceso a las vacunas, hablaron en la sesión anual de jefes de gobierno y de Estado en la ONU.
Algunos pidieron a los Estados miembros que flexibilicen los derechos de propiedad intelectual para ampliar la producción de vacunas.
“Nadie está a salvo si no estamos todos a salvo”, fue el mensaje en común.
“El virus no distingue continentes, ni fronteras, ni mucho menos nacionalidades o estatus sociales”, dijo el presidente de Chad, Mahamat Idriss Déby Itno, ante la Asamblea General.
“Los países y regiones que no se vacunen serán una fuente de propagación y desarrollo de nuevas variantes del virus. En este sentido, acogemos con satisfacción los reiterados llamamientos del secretario general de las Naciones Unidas y del director general de la Organización Mundial de la Salud a favor del acceso a la vacuna para todos. La salvación de la humanidad depende de ello”.
La lucha por contener la pandemia de coronavirus ha ocupado un lugar destacado en los discursos de los mandatarios en los últimos días, muchos de ellos pronunciados a distancia precisamente por el virus. Un país tras otro han reconocido la gran disparidad en el acceso a las vacunas, dibujando un panorama tan sombrío que la solución ha parecido a veces imposible de alcanzar.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, señaló a las vacunas como “la mayor defensa que tiene la humanidad contra los estragos de esta pandemia.”
“Por lo tanto, es muy preocupante que la comunidad mundial no haya mantenido los principios de solidaridad y cooperación para garantizar un acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19”, dijo.
“Es una dura crítica a la humanidad que más del 82% de las dosis de vacunas del mundo hayan sido adquiridas por los países ricos, mientras que menos del 1% ha ido a parar a los países de bajos ingresos”.
Él y otros dirigentes instaron a los Estados miembros de la ONU a apoyar una propuesta de renuncia temporal a ciertos derechos de propiedad intelectual establecida por la Organización Mundial del Comercio para permitir que más países, en particular los de ingresos bajos y medios, produzcan vacunas contra el COVID-19.
El presidente de Angola, João Lourenço, dijo que era ”sorprendente ver la disparidad entre unas naciones y otras con respecto a la disponibilidad de las vacunas”.
“Estas disparidades permiten que se administren terceras dosis en algunos casos, mientras que, en otros, como en África, la gran mayoría de la población ni siquiera ha recibido la primera dosis”, dijo Lourenço.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Israel son algunos de los países que han comenzado a administrar refuerzos o han anunciado planes para hacerlo.
El presidente de Namibia, Hage Geingob, lo calificó de “apartheid de vacunas”, una notable referencia, dada la propia experiencia del país con el apartheid cuando el gobierno de la minoría blanca de la vecina Sudáfrica controlaba el África Sudoccidental, el nombre de Namibia antes de su independencia en 1990.